Julian Assange, fundador de la organización
mediática sin ánimo de lucro, Wikileaks, obtiene finalmente el derecho de asilo
por parte del gobierno ecuatoriano. Así lo hacía público el ministro de
Relaciones Exteriores del país sudamericano, Ricardo Patiño, quien además
añadía como motivo de esta decisión el peligro que corre la vida de Assange en
Estados Unidos por la certera premonición que se tiene de que éste no recibiría
un juicio justo.
Este hecho entorpece la extradición del periodista
australiano a Suecia o a Estados Unidos, países en los que se le reclama por
haber publicado filtraciones que han resultado muy embarazosas y molestas para
los gobiernos.
Assange, filtró datos e informaciones secretas de
las guerras de Afganistán e Iraq. Además también hizo públicos una serie de
documentos relacionados con las comunicaciones del Departamento de Estado
estadounidense con sus embajadas esparcidas por el territorio global, conocidos
como Cablegate.
En agosto 2010 Assange recibió una orden de
detención en Suecia acusado de cometer un delito de violación. El portavoz de
Wikileaks siempre se ha declarado inocente ante tal crimen y, ciertamente, la
primera fiscal que ordenó su detención retiró los cargos posteriormente
señalando que no había motivo alguno por el que creer que Assange había
cometido tal acto. Pero en septiembre del mismo año otra fiscal sueca reabrió
el caso remarcando la posibilidad de hechos que demostrasen que Assange era
culpable de violación. Por estos hechos todavía es reclamado por los gobiernos
de Suecia y Estados Unidos.
El Reino Unido, donde actualmente se encuentra
Assange, ha declarado su firme propósito de extraditar al reo a Suecia donde
deberá ser juzgado por su delito de violación. Pero la nueva puerta abierta que
ofrece el gobierno ecuatoriano ha vuelto a detener el caso.
Assange está actualmente en la embajada ecuatoriana
en Londres, donde espera hallar alguna especie de salvoconducto que le permita
abandonar el país y refugiarse en Ecuador. El gobierno ecuatoriano confía en
que el Reino Unido no podrá negarse a otorgarle dicho salvoconducto al
activista australiano, aunque las palabras emitidas desde el ministerio de
Asuntos Exteriores británico no afirman lo mismo. Según dicho ministerio, el
Reino Unido se siente disgustado por como se ha resuelto, finalmente, la
situación, y, a través de la legislación del país, se siente obligado a
extraditar al director de la organización Wikileaks a Suecia.
Sin duda alguna Assange y sus informes han
representado una figura más que molesta para muchos gobiernos. Han sido como
ese tábano para la ciudad del que hablaba Sócrates cuando lo juzgaron a beber
la cicuta que lo mató. Assange ha desvelado verdades y realidades y muchas
veces éstas resultan demasiado molestas y difíciles de soportar. Cuanto más a
los gobiernos actuales que no están dispuestos a soportar ni la más mínima
reclamación.
Assange está siendo perseguido por decir la verdad y
de la misma forma que el otro día lo comentábamos en la noticia sobre el
despido de Ana Pastor de TVE, la persecución de Assange supone un gran paso
atrás en la libertad de expresión. Representa la abolición de derechos humanos
por los que tanto se ha luchado, sin el menor pudor.
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