Si hasta la fecha el Partido Popular, símbolo de la derecha y el conservadurismo en España, nos ha dejado una actitud centralista que constantemente fija el punto de mira en Madrid y en el gobierno central, VOX presenta la radicalización de esta idea y concentra su recién nacido discurso en la absoluta eliminación del regionalismo español, es decir, la abolición de los parlamentos autonómicos.
VOX nace para eliminar la soberanía regional (hazteoir.org) |
La joven formación política, cofundada por varios exmilitantes del Partido Popular, como José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal, además de José Luis González Quirós, antiguo miembro de UCD y editor de los discursos de Aznar, ha hecho patente la confrontación ideológica interna que se vive en el propio PP y en la derecha española, que abarca otras facciones como Foro Asturias, también resultante de la ruptura de Ávarez Cascos con el partido en funciones de gobierno.
Así lo demuestran varios hechos que han sucedido a lo largo de esta semana, como la ruptura de Alejo Vidal-Quadras con Rajoy después de treinta años de militancia en el partido, la polémica generada por la renuncia de Jaime Mayor Oreja a presidir las listas de los populares para el Parlamento Europeo, o la negativa del expresidente del gobierno, José María Aznar, a asistir a la convención nacional del partido, entre el 31 de este mes y el 2 de febrero.
Pese a la apariencia de que la derecha española está resquebrajada y dividida, la aparición de VOX no es un hecho digno de alegría, ni debería serlo, para la democracia. En todo caso estamos presenciando el renacimiento de una nueva vieja derecha que pretende acabar con los principales órganos de soberanía autonómicos y, por ende, con la capacidad legislativas y ejecutivas de cada comunidad. Además, pese a que no creo en la relación de la política con la cultura, tirar adelante con esta ideología sería despojar a cada región de su historia fundacional y de su propia identidad.
VOX no es nada nuevo; la derecha de siempre (elplural.com) |
Cristina Seguí, que forma parte del consejo fundador de VOX, defiende que "las autonomías sobran porque son un nido de corrupción". En este caso deberían revisar su manifiesto político y apuntar hacia el Gobierno central, donde seguro estoy que encontrarán muchos más nidos de corrupción que en las diferentes regiones, donde también es necesaria una limpieza. Nace un nuevo partido pero no una nueva ideología, sino que es la derecha de siempre, la de toda la vida, que intenta recuperar su presencia en el espectro político estatal de la manera más oportunista posible; aprovechando las tensiones alcanzadas por el debate de la independencia de Cataluña para hacer alarde de su falso populismo nacionalista. Un discurso que, camuflándolo de maneras diferentes, ha sido siempre el suyo.