España; tierra de ricos muy ricos; feudo de poderosísimas mentes que elaboran planes de evasión fiscal por tal de robar dinero hasta de donde no lo hay; reino de monarcas viejos que sonríen con muecas y caminan entre multitudes de clamor; país de futboleros, motoristas, tenistas y neoliberales. España; paraíso de la impunidad.
¿Qué sucederá con la familia de J.Couso? (eldiario.es) |
Este martes el Partido Popular aprobó en solitario una restricción de la justicia universal que provoca el sobreseimiento de doce causas de vulneración de los derechos humanos a nivel mundial. Entre ellas destacan casos como el del asesinato del cámara José Couso en Iraq; los genocidios en Tíbet, Guatemala o el Sáhara; una querella interpuesta por supervivientes de los campos de concentración nazis contra cuatro guardias de las SS; o el asesinato del diplomático Carmelo Soria durante el régimen del dictador chileno Pinochet.
Además de las críticas del sector abogacil y de la normalía con la que han actuado algunos magistrados, como Pablo Ruz con los sucesos del Sáhara, la sociedad ha manifestado un descontento general hacia esta nueva decisión que el gobierno se ha sacado de la manga sin previo aviso y que ya ha aprobado "legalmente". Una nueva evidencia de la radical y real falta de democracia que impera en el Parlamento español.
Esta nueva limitación a la actuación de la jurisprudencia nacional sobre casos de carácter mundial no supone otra cosa que un grave retroceso en la protección y el mantenimiento de los derechos humanos, así como una liberalización de actos que atentan contra la vida y la libertad de las personas en algunas de las causas más relevantes y notorias que se han podido observar previamente.
Los líderes chinos, claros beneficiados de la restricción (rtve.es) |
El gobierno español ha preferido proteger a los mandatarios chinos y a viles dictadores, como Pinochet, antes que perseverar en la investigación de casos que han atentado contra la humanidad y también contra la ciudadanía española, como los casos de Couso, Soria o los reclusos en campos de concentración. Es la última prueba que una sociedad como la nuestra puede obtener de la poca consideración que recibe de sus dirigentes, y sólo eso, sino que además debe observar pasiva, cómo unos determinados asesinos pasan desapercibidos ante los ojos de nuestras fronteras. El PP se hace cómplice de dictaduras y genocidios con esta medida. Además del genocidio del hambre y la pobreza que ya está provocando en su propio estado.