Un largo paseo, sin prisa, por una larga playa, sin final, en un largo silencio. No es más que un sueño, aunque es posible que últimamente se hayan alterado los límites entre mi percepción de la realidad y los sueños. Hoy no escribo por nada más que por escribir. Porque así me alejo de mis circunstancias, de la situación, y me recuerdo a mí mismo que no es ésta la que me define, sino lo que soy. Porque no nos reconocemos en aquello en lo que estamos. Ni siquiera en lo que podemos llegar a convertirnos, sino en lo que somos.
Siento como mi ser danza. Y no hablo de la estampida tan variada de emociones que pueden recorrerlo a uno durante la semana. Precisamente, creo que hay muchas emociones que están sujetas al escenario en el que nos encontramos. Me refiero a todos esos movimientos que te conducen a la plenitud. Porque la plenitud es espontánea e imprevisible, pero completamente conocedora de su esencia y con un carácter perfectamente definido. En mi caso, como siempre recuerdo, esos movimientos están ligados a mi fe en Jesús, la plenitud para mí.
Me gusta el periodismo. De verdad que me encanta. Pero ahora comienzo a preguntarme si lo que yo había entendido como periodismo es diferente de lo que me estoy encontrando hasta ahora. No quiero volver a hablar de precariedad, de alter egos y de señores y señoras de la guerra de los medios. Tan sólo expreso mi confusión ante un escenario que no da respiro. Y mi cansancio, aparte de emocional, también necesita respirar. Eso es lo que me lleva a pensar si se ha alterado mi percepción entre realidad y sueño en relación con el periodismo.
Supongo que también hay lugar para dilemas durante la danza del ser. Pero ¿acaba en algún momento esta danza? Si he comprendido lo que creo que significa, espero que no. Imagino que los dilemas sí. Por eso intento no preocuparme demasiado y trato de vivir las circunstancias, el momento, no en base a lo que ellas me dictan que sea, sino como soy. Qué fácil me ha quedado escrito aquí y que complicado es cuando estoy lejos de este espacio.
Quizás este soñando en este momento, o no. Perdón, no quiero añadir gratuitamente misterio al texto porque yo no soy misterioso. Tan sólo quiero escribir, tal y como me dicta esta danza que experimenta mi ser. Con influencia de las emociones, sin duda, pero con la mira en esa plenitud que es el fin de esta baile.
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