viernes, 23 de noviembre de 2012

La entrevista maldita



Durant el tiempo que estuve leyendo el recopilatorio de Crónicas desde Berlín (1930-1936) admiré el estilo y la perspicacia de su autor para informar de temas tan relevantes y a la vez delicados. No es que me haya dejado de gustar Eugenio Xammar, cuidado. Por el contrario, de Josep Pla tan sólo he podido leer alguna pieza independiente, algún artículo o crónica. Admito mi culpa. Se me ha recomendado y con mucho énfasis leer su Qudern Gris. No tengo excusa para responder a ello. 

Xammar y Pla. Pla y Xammar. Dos destacadas figuras de la historia periodística de nuestro país. Cada uno de ellos con sus artículos, sus crónicas, sus posteriores memorias, etc.. Dos carreras fascinantes, distinguidas por la peculiaridad de sus titulares y las curiosas rarezas que estos poseían. Hubo un momento en el que estas dos carreras, grandes carreras, fueron una sola. 

En efecto, me refiero a la entrevista que Xammar y Pla (Pla y Xammar) realizaron a Hitler, un joven agitador que no podría llegar a nada,  el 8 de noviembre de 1923 en la redacción del periódico del partido que éste dirigía, y que posteriormente fue recopilada en el libro L'ou de la serp, donde se encuentran diversas crónicas que Xammar realizó desde Alemania entre 1922 y 1924, y se incluye la pieza de Pla correspondiente a la entrevista. 

Mucho se ha especulado sobre esta entrevista y su veracidad. Lluís Permanyer ha publicado varios artículos en La Vanguardia analizando los diversos aspectos que constituyen la entrevista y llegando a la conclusión de que no puede ser real. (http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2000/08/25/pagina-2/34098376/pdf.html).

Las hipótesis más destacadas son el hecho de que ni Xammar ni Pla nombren dicha entrevista en sus memorias ni en cualquier otra pieza hecha de su puño y letra. Además, se especula con la fecha de publicación ya que tardó, en el caso de Xammar, 16 días en ser publicada en La Veu de Catalunya, y 20 días en La Publicitat, por lo que respecta a Pla.

Por otro lado tenemos a Arcadi Espada en El País que afirma que la postura y la argumentación de Permanyer es sólida pero él cree encontrar indicios de la realidad de la entrevista a través de algunas citas de las piezas que los dos periodistas elaboraron para sus correspondientes periódicos. (http://elpais.com/diario/2005/11/28/catalunya/1133143641_850215.html).
Espada, también cita a la historiadora Rosa Sala quien encuentra la veracidad de la entrevista en una afirmación concreta que el futuro canciller hace sobre los judíos: "En toda Alemania hay más de un millón de judíos. ¿Qué quiere hacer? ¿Los quiere matar a todos en una noche? Sería la gran solución, evidentemente, y si eso pudiera ocurrir la salvación de Alemania estaría asegurada. Pero no es posible. Lo he estudiado de todas las maneras y no es posible".
Esta afirmación (recordemos que nos situamos antes de Mein Kampf, que aparece en 1925) puede resultar una predicción de lo que sería el holocausto contra la raza judía. Por eso resulta dudosa su acusación de falsedad, ya que, en caso de no haberlo dicho Hitler habría sido un producto íntegro de Xammar y el gran periodista se convertiría en una especie de visionario de la solución final. 
Las dos posturas presentan buenas argumentaciones y puntos de vista lógicos. En mi caso, habiendo leído la continuación de L'ou de la serp, o sea Crónicas desde Berlín, y analizando como el periodista trata la llegada de Hitler a la cancillería e implanta su política total y sistemática,  pienso que Xammar no debía sentirse muy orgulloso de la entrevista que realizó puesto que en ella trata a Hitler de loco y de tonto y muestra un tono de completa despreocupación al que, contra todo su pronóstico, irrumpe en el Reichstag con absoluta mayoría. A nadie le gusta descubrir que sus hipótesis resultan completamente contrarias a lo que en realidad sucede.


Por lo que respecta al posicionamiento, soy consciente de que me falta mucha información para elaborar un juicio crítico y contrastado sobre si la entrevista resulta ser real o es una auténtica falacia. No obstante, acerco más mi pensamiento a la línea que presentan Espada y Sala, ya que, como bien se ha dicho, si la entrevista resultase falsa Xammar habría pronosticado con un tono de mofa y una actitud burlesca uno de los mayores desastres de la historia de la humanidad y lo habría hecho incluso por delante del que acabaría siendo el ejecutor.