miércoles, 3 de julio de 2013

Perder los papeles

Debería crearse un nuevo dicho respecto a los papeles. En lugar de perderlos, podría decirse "destruirlos". Puede sonar algo más radical, pero al fin y al cabo un gobierno lo ha hecho. En efecto, el Partido Popular, acogiéndose al amparo de la Ley de Protección de datos, destruyó los registros de visitas a la sede de la calle Génova que el juez Pablo Ruz había pedido al partido, para contrastar informaciones en el caso Bárcenas. Resulta muy inverosímil hablar de protección de datos cuando realmente se están destruyendo. 
La destrucción de los registros de visitas clama a la indignación (huffingtonpost.com)

Este hecho se suma al incansable discurso opaco y claramente provocador que el partido ha mantenido desde su llegada al poder y su aplicación de las medidas de austeridad que ahora sufre la ciudadanía. Más que un mecanismo de defensa, como se ha querido justificar, resulta una ofensiva incombustible que todos los días nos deja alguna maravillosa perla como la de la destrucción de los libros de visitas.

La esfera de cinismo en la que el Gobierno se ha envuelto y ha envuelto al país, deja a España en una situación decadente ante la órbita internacional. Y más en una época como la que estamos viviendo, en la que las revueltas se suceden, una tras otra, en diferentes países del mundo. Incluso en países que cuentan con un nivel de desarrollo menor al de España. Nuestro gobierno hace tiempo que llenó y colmó el vaso de gotas, y aquí no hay ningún movimiento organizado que haga salir a la gente a la calle a protestar contra esta falta de respeto y de compromiso social. La cultura ibérica hace hincapié en otro tipo de cosas.

¿Dónde queda el 15-M? ¿Y las manifestaciones que se han ido haciendo a lo largo de este primer año y medio de recortes? Mientras contemplamos cómo cada día se debate por simples pequeñeces, vemos desde la barrera de la impotencia como este sistema que han creado se va engullendo, uno tras otro, los derechos de la ciudadanía. Y la sociedad debe contemplar quieta como "no se puede hacer nada", más allá de la labor, la gran labor que hacen, algunas pequeñas organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). 

El Gobierno está actuando de una manera autoritaria (burbuja.info)
Hemos dejado escapar los papeles, ante un ladrón que los ha destruido sin ninguna contemplación. Nos hemos embriagado por miedo. Miedo al poder económico que es el que domina, sobretodo en épocas de crisis. Miedo a medidas y consecuencias que afecten nuestro, cada vez más, pequeño y reducido patrimonio. Pero lo cierto es que hace tiempo que dejamos de tener patrimonio alguno. Esto sucedió cuando permitimos al gobierno hurgar a su antojo en nuestro cajón de derechos y recortarlo hasta tocar la madera. 

En realidad somos una de las sociedades más pobres que han existido, dado que por tal de defender un pequeño patrimonio con el que apenas vivimos, permitimos que nos arrebaten nuestros derechos y libertades más básicas. Hemos dejado que destruyan nuestros papeles