martes, 24 de junio de 2014

Felipe VI, 'Podemos' y "La Roja"

Después de la rapidez en la que se van desencadenando las cosas, considero apropiado esquivar el ritmo tan inmediato que se nos impone desde los medios de comunicación y reflexionar. Apropiado y necesario. Porque muy rápida ha sido la abdicación de Juan Carlos. Aunque, cabe decir, no más que su polémico aforamiento. Muy rápido ha sido el ascenso del joven partido Podemos, el cual, no contentándose con los cinco escaños conseguidos en las pasadas elecciones europeas, podría convertirse en la tercera fuerza del estado de cara a las próximas generales. Y, por último, muy rápido ha sido el regreso de la selección de fútbol que, más allá de su juego, nos ha dejado a todos más tranquilos liberándonos de los 720.000 euros que pretendía embolsarse cada uno de sus jugadores en caso de ganar el campeonato. 
Felipe VI no es laico (laopinioncoruna.es)

Terreno óptimo, pues para la reflexión. Felipe VI ha sabido presentarse muy bien, como el gran heredero de su padre, el supuesto salvador de la democracia en España. Supo actuar con suma audacia al negarse a hacer el juramento sobre la Biblia, y hacerlo únicamente sobre la Constitución. Esa barata muestra de laicismo le ha dado un positivo impulso en los medios, los cuales lo han tomado como referente y ejemplo a escala mundial. Personalmente, soy partidario de que se separen la religión y el poder en un estado, ahora bien, no soy partidario de la hipocresía. Que Felipe VI renuncie a su toma de poder mediante la iglesia católica y que se le alabe por ello, ha hecho olvidar la innecesaria parafernalia y pomposidad que caracterizaron el acto de su coronación. 7.000 agentes de seguridad, 16.000 flores, un Rolls Royce,etc..Un cuento de princesas pagado a costa del contribuyente, cuyo coste aún no se nos ha facilitado

Podemos se encuentra en el punto de mira de todo el país. Los medios de comunicación aprovechan y explotan el recurso de la nueva fuerza política como si se tratase de la gran alternativa esperada. Las noticias, los debates y las tertulias se llenan con esta palabra que sirve de lema y nombre a la vez. Creo que es necesario tener cuidado con la rapidez a la que se nos intenta aproximar. Los medios, en un mes ya han creado dos líneas completamente maniqueístas sobre esta formación; o es buena llevada al extremo, o es mala llevada al otro extremo. La salvación de la izquierda, o ETA reencarnada. Cabe recordar, como no hace mucho leí en unas sabias palabras, que es bueno recapacitar y guardar precaución en todo momento. Es necesario, por tanto, analizar 'Podemos' como programa y fuerza política antes de formarnos una idea al respecto, sabiendo que no existe la necesidad de posicionarnos a favor o en contra, tal y como se nos pinta. Sino que también hay otras alternativas, como la de conocer su modus operandi desde la distancia, o situarnos en el centro de esta cuerda que no deja de tensarse hacia un lado o hacia el otro. Es nuestro deber como ciudadanos ser objetivos, imparciales y rigurosos, evitando así que las distintas corrientes nos arrastren hacia el sitio que deseen.
Es necesario analizar 'Podemos'(iniciativadebate.org)

Por último, la cuestión de la selección no es estrictamente de ámbito nacional. No es tanto el qué, sino el cómo. ¿Cómo puede permitir una Federación que acaba dependiendo del gobierno, tanto económica como políticamente, fijar unas primas que sobrepasan el escándalo para convertirse en aberración? ¿Y cómo puede un país como el nuestro y la mayoría del resto de los participantes en la competición, "desarrollados", consentir que se celebre una Copa del Mundo con las condiciones sociopolíticas con las que se está haciendo en Brasil? Si bien es cierto que el dinero de las primas no sale del bolsillo del contribuyente de manera directa, puesto que la es la FIFA la que premia a la selección ganadora con 35 millones de euros, acabamos pagando indirectamente un porcentaje, por muy ínfimo que sea, de esa cuantía, puesto que la FIFA no deja de ser una organización que depende de la comunidad internacional tanto política como económicamente. El presente mundial no es más que un arma de estado, utilizada contra la población. Es auténtico terrorismo estatal. Una vaga ilusión que no ha podido ocultar el duro peso de la realidad. Y por esta sádica estratagema considero que tanto la comunidad internacional, como Rousseff, como la FIFA, deberían ser juzgados
Las primas de la selección son una atrocidad social (abc.es)

Reflexión. Al fin y al cabo todo queda en eso y tan sólo nos queda eso. Por el momento. Quizás mañana el Rolls Royce de Felipe se convierto en un edicto contra la libertad de expresión, como ya ha demostrado en algunas ocasiones su Casa Real. Quizás los puños alzados contra y por 'Podemos' se olviden de su particular batalla mediática y prosigan otras corrientes. En el horizonte nos queda otro mundial en condiciones similares al actual, Qatar 2022, que pese a las sospechas de fraude y al evidente desnivel de clases sociales que sufre la población, continua viento en popa.