jueves, 6 de febrero de 2014

2845

El número que hace la función de título de este artículo es la fecha que preveo para la recuperación económica y, lo que es más importante, la reestructuración de los derechos sociales que se ha perdido. Como puede observarse, es insultantemente sencillo prever una fecha de solución a un problema: te sientas frente a un trozo de papel o un ordenador y escribes la primera cifra que pase por tu mente. Al parecer, a los ministros Montoro y De Guindos les encanta utilizar este sistema cuando profetizan fechas de salida de la crisis y para la creación de empleo que no solo no llegan, sino que son completamente contrarias a la realidad.
El paro ha aumentado en enero (colectivoprometeo.blogspot.com)

La realidad es que el primer mes del 2014, el año del empuje económico y de la reactivación laboral, y quizás también de las conquistas y los imperios de papel como antaño, ha presentado un incremento del paro en más de 113.097 personas. Un hecho que, por el momento, rompe con las premoniciones hechas por los ministerios de Economía y Hacienda.

Pero la fecha del inicio no tiene el único objetivo de delimitar esta abrupta época de recesión, sino que también se plantea como el año en el que se habrá de limpiar el estado de los tantísimos y tan graves desórdenes fiscales que está padeciendo. En otras palabras, la bola que arrastran casos como Gürtel o Bárcenas se hace tan grande cada semana que, en caso de que pueda llegar a desaparecer del todo, habrá que esperar hasta un año tan terriblemente lejano e inimaginable como el que titula este artículo. 
Álvarez Cascos podría estar implicado en Gürtel (eldiario.es)
La ministra de Sanidad, Ana Mato, habría recibido, de parte de la trama de Gürtel, regalos para su hija valorados en miles de euros. El ex-ministro de Fomento (2000-2008), ex-secretario del PP (1989-1999), ex-presidente del Parlamento de Asturias (2011-2012), y actualmente líder del partido Foro Asturias, Francisco Álvarez Cascos, también estaría vinculado a la misma trama de corrupción por recibir una determinada suma de dinero en comisiones. La infanta Cristina en tela de juicio por las irregularidades de Aizoon. El rey ha asignado a su mujer, Sofía, un sueldo de 131.739 euros y a la mujer de su hijo Felipe, Letizia, el de 102.464. El ministro de Hacienda y Administracions Públicas, Cristóbal Montoro, ha decidido publicar los balances fiscales después de negarse y recibir presión desde algunos sectores de su partido. Todo ello, en su conjunto, no son más que ejemplos de una evidene problemática que padece este estado y que necesita subsanarse de manera radical e inmediata. Los cargos públicos más relevantes, relacionados con la Casa Real, el Gobierno y sus ministros y ex-ministros, y la clase política en general, están abarrotados de motivos más que suficientes para que las dimisiones comenzasen a aparecer. Pero no lo hacen.
Por eso, es fácil deducir la fecha en la que toda esta situación acabará; basta con sentarnos frente a un trozo de papel o un ordenador e imaginar la cifra más lejana y remota que se nos ocurra. Ahí está la respuesta.