miércoles, 22 de agosto de 2012

Brecha en el fútbol español


El caso del Hércules club de fútbol supone la última evidencia de que el sistema futbolístico que estamos atestiguando es insostenible. Este equipo perteneciente a la categoría de Segunda División, cuya sede es la ciudad de Alicante, asume una deuda con los organismos públicos de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social de un total de 10.400.000€. En julio de 2011, el Hércules entró en la ley concursal, o concurso de acreedores, aunque meses antes pactó con estos dos organismos el fraccionamiento del pago de esa deuda a cambio de dar en garantía una parte considerable de sus ingresos futuros.
Estos ingresos futuros hacen referencia a posibles ingresos por traspasos, por contratos publicitarios o de televisión, por ayudas al descenso de la categoría, como le ocurrió al club la temporada 2010-2011, etc.
Pues bien, finalmente se ha sabido que estos ingresos no podrán ser útiles para pagar preferentemente a los dos organismos públicos, según lo confirman dos sentencias del Juzgado Mercantil de Alicante 1. Rafael Fuentes, titular del Juzgado Mercantil, ha defendido que no puede realizarse conforme a los términos del pacto entre el club y las entidades públicas debido a que supondría una grave afectación para la sociedad anónima deportivo y sus activos. Aún así, ha afirmado que la Seguridad Social y la Agencia Tributaria gozarán del privilegio de cobro de todas aquellas operaciones que supongan ingresos para el club que se hayan realizado antes de su entrada en la ley concursal, el 5 de julio de 2011.
Así que, por ejemplo, momentáneamente la Agencia Tributaria y la Seguridad Social no podrán percibir el 50% de los ingresos percibidos por el Hércules en el traspaso del jugador Nelson Valdez, cuya venta se produjo poco después que el club entrase en concurso.
Los dos organismos públicos recurrirán han realizado ya una queja ante el juzgado mercantil de la ciudad y recurrirán su resolución ante la Audiencia Provincial de Alicante.
Como vemos estamos en el mismo dilema de siempre. Las deudas de los individuales y particulares no pueden ser aplazadas y en muchos casos se recurren a actos mayores, como la oleada de desahucios que hemos podido comprobar últimamente. En cambio los clubes de fútbol arrastran una deuda que supera los 400 millones de euros con Hacienda y la Seguridad Social y no sólo consiguen evitarla sino que encima reciben más ayudas fiscales y económicas y consiguen burlar a la Administración Pública.

 Y lo peor de todo es que el pueblo, en general, calla ante estos hechos porque le ha dado al fútbol y al espectáculo un valor prioritario por encima de sus derechos y libertades. En conclusión, como suele decir el dicho, mientras haya pan y circo el pueblo es feliz. El problema es que el pan comienza a escasear y a repartirse cada vez peor y continuamos teniendo los ojos puestos en el circo. 

Retorno a una época inquisidora

Nigeria está siendo testigo de un largo y duro proceso inquisitivo contra la población cristiana. La organización paramilitar de carácter religioso, Boko Haram, cuyas bases están ceñidas al fundamentalismo islámico, no acepta cualquier trazo de cristianismo en el país y fija sus objetivos en abolir dicha religión y su práctica libre. 
Este grupo se formó en el año 2002 con el objetivo de establecer en los 36 estados que conforman el territorio nigeriano el cuerpo del derecho islámico o Shari’a. El grupo terrorista está liderado por la férrea mano de Abubakar Shekau, quién se ha atrevido a amenazar al presidente del país, de confesión católica, Goodluck Jonathan. Las amenazas, como todos podemos imaginar consisten en una rendición total del país al islamismo. Dicho en palabras de Shekau: “Ríndete al islamismo o prepárate para las consecuencias”.
El grupo terrorista sigue sembrando el terror en las calles de los estados del sur, de mayoría cristiana, e incluso del norte, pese a ser de mayoría musulmana, a través de atentados en iglesias cristianas o centros públicos cristianos como universidades.
Sin duda alguna, el presidente, Goodluck Jonathan, no se ha rendido a las amenazas de la organización islamista, pese a haber llegado a atacar ésta la residencia del vicepresidente de la nación, Namadi Sambo.
La situación está recibiendo muchas críticas desde el exterior del país, en especial e cristianos, pero todos los medios de comunicación parecen volcarse, también, con los más de 1.400 muertos que  Boko Haram ha dejado en las zonas norte y centro del país desde 2010. También se ha hablado de que la secretaria de estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton se reunirá con Jonathan para tratar el tema de esta violencia extrema.
En cualquier caso, estamos ante una situación que requiere la voz mundial. Todos, o casi todos, observamos con tristeza la situación que ese país tiene que soportar y nos compadecemos y dolemos al ver imágenes de inocentes muertos. Pero nuestro papel no acaba aquí. Debemos presionar, como voz del pueblo que somos, a los gobiernos y las organizaciones como la ONU para que erradiquen situaciones como esta. Nuestro lobby comienza protestando públicamente, y no cada uno desde nuestra casa y nuestro monitor del ordenador, contra esta falta de libertad y completa persecución que están sufriendo tantos millones de personas. El papel y la tinta están muy bien, y son más que necesarios, pero hemos llegado al punto en el que necesitamos acción. Y por acción no me refiero ni me referiré nunca  a una guerra. El día que me refiera a la necesidad de guerra que se me vede de la escritura y la actividad pública, por favor. Me refiere a un alzamiento público y pacifista para que estos hechos cesen de una vez por todas.
Los gobiernos están “atareados”  y “ocupados” con la situación de crisis y las posibles soluciones. Pero la fuerza reside en el pueblo. Si nos dejásemos oír, mañana mismo acabaría Boko Haram y su siembra inquisidora.
El problema está en que nuestra situación nos permite gozar de libertad y tranquilidad, relativamente claro, y desde nuestros asientos podemos contemplarlo todo, compadecernos, llorar, dolernos, etc. Pero las comodidades de nuestra sociedad nos van atando y no nos permiten renunciar a cualquiera de nuestros beneficios por ayudar a otros en situaciones más hostiles. Creemos que podemos luchar desde nuestras casa y bien podemos hacerlo, pero no podemos centrar toda nuestra queja y reclamo desde nuestras casas porque así, lo único que hacemos es desaparecer el valioso papel que juega en el mundo, por muy difícil que resulte creerlo, la voz de un pueblo unido, por encima de cualquier frontera.


¡Podemos contra Boko Haram y podremos por la libertad global!

Información en el hoy y calidad ¿Un reto imposible? (con Iolanda Tortajada)

Profesora de los Estudios de Comunicación de la Universitat Rovira i Virgili y miembro del Centro especial de investigación en teorías y prácticas superadoras de desigualdades de la Universitat de Barcelona (CREA). Además ha dirigido varias investigaciones sobre la representación mediática de los grupos culturales, como por ejemplo, Qué hi ha de nostre aquí? También ha participado en proyectos como Codis d'interpretació cultural per a professionals de l'atenció primària, la sanitat i l'educació, financiado por la Fundació Viure i Conviure de la Caixa de Catalunya, y Diàlegs al voltant de la interculturalitat, financiado por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña y que tuvo como resultado el documental Relats contats. La interculturalitat possible.

Jonatán Soriano: ¿Qué visión percibe de la información actual?
Iolanda Tortajada: Cuando los medios tratan de temas que conozco más de cerca, veo algunos errores, tanto en el enfoque como en los recursos que utilizan para elaborar la información, especialmente en cuanto a las fuentes. Por eso, siempre tengo una cierta inquietud sobre hasta qué punto puedo confiar en lo que estoy recibiendo y pienso que, en general, muchas personas tenemos esta actitud de alerta. Esto no impide que me guste desayunar escuchando las noticias y procure, cada día, acceder a contenido informativo. La información es necesaria para situarnos en el mundo y poder interpretar lo que pasa. Sin embargo, no siempre es fácil crearse una opinión, más allá de una cierta visión superficial de las cosas.

JS.: ¿Qué cree que falta en el mundo de la comunicación presente?
IT.: Una mayor selección crítica de las fuentes y una mayor explicitud de éstas. Y, si pudiera enviar mi particular carta a los Reyes, pediría consejos asesores en los medios, con la participación de asociaciones, expertos y expertas, que pudieran contribuir a proponer temas, ayudar a enfocarlos y contribuir a que la información también aporte soluciones a aquello que nos preocupa.

JS.: El mito de la “infoxicación”. Parece que hoy en día se nos transmite un flujo de información mayor del que realmente podamos percibir. Y mucha de esta información en cuestión no es tan relevante como para llegar a ser noticia ¿Qué puede decir respecto a este aspecto?
IT.: A mí no me gusta el concepto de infoxicación, no me parece un concepto claro. No creo que el acceso a mucha información sea un problema o nos vaya a suponer un colapso en ningún sentido. Creo que está muy bien que la creación y distribución de información se democratice. Esto es lo que puede alentar a los medios a buscar y redefinir su papel y a contar con la colaboración de muchas personas que tienen ganas de participar en ellos.
Esto no quiere decir que no haya que cuidar ciertas cosas. Dos me preocupan especialmente. Una es el ánimo de provocar la polémica por la polémica en sí. Más allá de la molesta intervención de los trolls, en los debates que se generan con la participación de la audiencia, podemos encontrar algunas intervenciones muy poco constructivas pero fomentadas por los propios medios de comunicación porque la controversia vende y llama la atención de nuevos espectadores, lectores u oyentes. Libertad de expresión no es decir lo primero que se me pase por la cabeza, descalificar (incluso insultar) a alguien, dar rienda suelta al racismo o a cualquier otra forma de exclusión, etc. Hay que hacer prevalecer las opiniones argumentadas frente a ataques que no nos ayudan a aprender o a adquirir un criterio. Y otra cosa que me preocupa tiene que ver con la pluralidad. Un inconveniente que puede tener la fragmentación y especialización de los medios es que, más que nunca, nos dediquemos sólo a acceder a una información que se presente desde el punto de vista que nos resulte más cómodo y que no cuestione aquello que creemos saber.

JS.: ¿Qué requisitos debe cumplir un hecho cualquiera para ser una verdadera noticia?
IT.: Los manuales de periodismo dictan unos criterios de lo que es noticioso y lo que no y de cómo exponerlo según el grado de noticiosidad de sus elementos. Más allá de esto, yo creo que si un/a periodista se preocupa por buscar temas sociales, trabajarlos, procura tener una mente abierta, se forma y trata de estar conectado/a con las preocupaciones y necesidades de su entorno, va a aportar nuevos valores a lo que puede ser considerado noticia y a cómo se presenta. Las noticias, como muchas otras cosas, son una construcción social, es decir, lo que es o no noticia se ha establecido a través de las prácticas profesionales, la tradición, etc. y también responde a relaciones de poder. Siendo conscientes de esto, podemos transformar y mejorar las informaciones.

JS.: Muchas veces me ha sorprendido el orden en el que son presentadas las noticias en un telediario o un periódico. Por ejemplo, aludo a dos hechos muy diferentes: la última matanza entre cristianos y musulmanes en Nigeria y la victoria de la selección española en la Eurocopa. El primer hecho ocupó un lugar secundario o incluso terciario en los informativos, mientras que el primero fue portada durante varios días. En referencia a esto ¿qué factores determinan la importancia de la noticia para que aparezcan en el lugar que se les otorga desde los periódicos y los informativos?
IT.: El deporte siempre es un ejemplo que se utiliza mucho cuando se quiere hablar sobre la trivialización de la información. Es cierto, algunos acontecimientos deportivos cambian los horarios de los informativos, ocupan mucho tiempo en estos y también un orden privilegiado, lo que, de entrada, les confiere una importancia que no tienen. Además, si seguimos un criterio más clásico de noticiabilidad, no tiene mucho sentido así que hay que pensar que quizás responde más a cuestiones de mercado que de criterio profesional y lo que habría que preguntarse es por qué algunos deportes reciben tanta atención mediática y son tan seguidos por la audiencia. ¿Ambas cosas se refuerzan? ¿Una de ellas es causa de la otra?

JS.: Muchos informativos de la actualidad mezclan entre sus guiones grandes rasgos y ápices de “show” a la hora de presentar la información. ¿En qué momento el periodismo deja de ser para dar paso al puro y simple espectáculo?
IT.: Seguramente, en muchos informativos, el show empieza en el momento de escoger los temas. Hablar del calor o de las gracias de algunos animales, por poner un ejemplo, me parece totalmente irrelevante. El protagonismo que cobran algunos de los periodistas y las periodistas que hacen los reportajes o las bromas en plató también me parecen fuera de lugar. Ni siquiera como show tienen valor.

JS.: ¿De qué manera concibe la realidad informativa? ¿Está contaminada?
IT.: Para mí la realidad informativa es aquello (noticia, reportaje, documental, etc.) que construimos cuando tratamos de dar a conocer un hecho. Los hechos y la realidad informativa son cosas diferentes aunque están muy relacionados. A veces no podemos distinguirlos porque sólo conocemos la realidad informativa, que no deja de ser una manera concreta de presentar los hechos y un punto de vista sobre ellos. ¿Puede estar contaminado este punto de vista? Sí, puede estarlo. Puede haber intentos de manipulación, nuestros estereotipos pueden influir en la manera en la que explicamos el hecho, el desconocimiento puede llevarnos a una mala exposición de los datos, etc.

JS.: ¿Cuál cree que es el principal error que se comete en el periodismo actual?
IT.: Tampoco diría que es el principal error pero a mí me molesta mucho la actitud de algunos medios que  están muy ideologizados y nos quieren hacer creer que poner de manifiesto su ideología y sus pretensiones ya los excusa de respetar una cierta pluralidad y ofrecer argumentos.
JS.: ¿De qué manera cree que se podrían solventar los problemas del mundo comunicativo de hoy?
IT.: Antes habría que concretar cuáles son estos problemas y, probablemente, la lista es demasiado larga como para aventurar soluciones en un espacio tan corto como este.
JS.: ¿Cómo cree que se plantean las perspectivas y los trazos futuros del periodismo y los medios de comunicación, es decir, del mundo de la información y la comunicación en general? ¿Se muestra optimista?
IT.: Yo soy optimista. Creo que, a pesar de la crisis económica, hay futuro en el ámbito de los medios de comunicación. Hay precarización pero también hay oportunidades. Quizás más que en otros sectores hay que estar preparados/as para el cambio y llevar la iniciativa.
JS.: ¿Una última reflexión sobre el tema en cuestión?
IT.: No deseo añadir nada más, gracias.

Muchas gracias por su colaboración Iolanda. Ha sido un placer poder contar con sus respuestas y sus conocimientos sobre la materia tratada hoy. Esperamos poder volver a contar con sus palabras en otra ocasión. Mucha suerte en su labor.



Jonatán Soriano
7/7/12