viernes, 22 de noviembre de 2013

"¡Venga! A dispersarse"

El frío comienza a colarse a través de los casi inexistentes espacios que se forman entre las ventanas y las puertas de casa. Miro a través de la cristalera del balcón una vez más, justo antes de sentarme a comer. El mismo paisaje. Juan Miguel Soriano Gijón, mi padre, se sienta un día más a mi lado para compartir los alimentos que nunca faltan. El televisor está encendido pero no le hacemos caso y, como de costumbre, comenzamos a hablar. Recuerda cómo en un día cualquiera de su adolescencia, mientras hablaba con otros chicos en la calle, llegaron unos agentes de la policía franquista y les obligaron a deshacer el pequeño grupo que habían formado. "Llegaron los grises y nos dijeron: '¡Venga! A dispersarse' ". Las heridas de una dictadura pesan en sus ojos mientras narra su recuerdo. "Además nos añadieron: 'Reunión de pastores, ovejas muertas' "
La nueva ley sería una soga para la manifestación (telecinco.es)

El borrador de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que está perfilando el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, bajo la dirección y tutela de su gobierno, representa un claro retroceso a aquella época. Se acota la libertad de manifestación a través de sanciones económicas marcadas por cantidades claramente desorbitadas (hasta 600.000 euros). También se castigan como graves los escraches, la quema de banderas o los insultos contra la Policía y los agentes encargados de mantener el orden público. Y, por supuesto, disturbios como la quema de mobiliario público (contenedores,etc.) y el corte inautorizado de carreteras, o actividades ilegales como el ejercicio y el consumo de prostitución en carreteras y polígonos. 

Una ley que incluye en el mismo paquete de faltas graves hechos como la quema de contenedores, y uno de los principales ejercicios de libertad como es el manifestarse, no puede ser buena. Nada buena. Sin duda, la noticia del borrador que está realizando el gobierno me ha ayudado a acompañar a mi padre en sus recuerdos sobre el franquismo. En sus memorias sobre aquellos días en los que un "gris", un policía cualquiera, podía obligarte a que te dispersases. 

Quizás les volvamos a ver vestidos así (miniaturas plomo.blogspot.com)
El gobierno ha buscado una línea para protegerse frente a los numerosos movimientos sociales que están surgiendo a raíz de sus tan nefastas y austeras políticas. Un escudo con el que asegurarse el control de tanta manifestación y la disminución de tanta protesta. Dicho borrador no es más que un nuevo recorte; ésta vez no en sanidad ni en educación, sino en la libertad del pueblo. El "demos" ha sido separado de la "cracia" con un premeditado y profundo abismo. 


Por le momento el esbozo de la nueva ley se aplaza por causa de las críticas y del mal recibimiento, según dicen. El gobierno garantiza que la nueva ley aligeraría el código penal en pos de las sanciones administrativas, y pide a los medios y al pueblo que se informe antes de opinar. Haciendo balance sobre la información que he recibido y observando la mirada de mi padre, sé que una ley como la que se plantea no puede ser buena. No puede ser bueno recortar en libertades. No puede ser bueno perder derechos en cuanto a protestar y manifestarse. No puede ser bueno regresar a la época de Franco y sus "grises". Por si acaso mañana sancionasen este blog y lo cerrasen, por protestar de manera ilegal, me despido queriendo compartir los recuerdos de alguien que vivió con una legislación muy similar a esta, mi padre: "En una dictadura toda manifestación es considerada ilegal".