jueves, 10 de enero de 2013

Después de la resaca navideña...

no viene la cuesta de enero sino la realidad, que hoy en día es la gran cuesta que toca escalar. Una cuesta, cabe decir, que se ha ido agudizando, o mejor dicho, han agudizado hasta llegar a tal punto de desnivel.

Situémonos para continuar estas líneas en la localidad tarraconense de Vila-Seca. Es un municipio que ronda los 20.000 habitantes, sin llegar a tal cifra. Se sitúa entre las dos grandes ciudades de la provincia, Tarragona y Reus, y es vecino de otras localidades de renombre a causa de su fama turística, como son Salou y La Pineda. Remarquemos que La Pineda es una barriada perteneciente a Vila-Seca, por lo tanto no podemos hablar de ella como si se tratase de un pueblo completamente independiente.

Cada Navidad, desde hace trece años, el Ayuntamiento de Vila-Seca, gobernado mayoritariamente por Convergència i Unió i presidido por Josep Poblet desde 1995,  utiliza la playa del barrio de La Pineda como esecnario para el montaje de un belén de arena de grandes dimensiones y de un realismo impresionante. Es una verdadera obra de arte que encandila a cualquiera con tan sólo un vistazo.

Pero esta "maravilla" de arena cuesta la frivolidad de 25.000 euros. Al parecer, desde el ayuntamiento están convencidos de que este gasto se amortiza a través de las visitas turísticas que el belén recibe (alrededor de unas 20.000).

http://www.ideal.es/videos/actualidad/nacional/2020399316001-belen-25000-euros-desata-polemica-vilaseca.html


Las fiestas han pasado y ya nos hemos adentrado íntegramente en el nuevo año. La rutina ha vueto a establecerse en el día a día y todavía no se ha publicado ningún documento ni ninguna cifra por parte del ayuntamiento que verifique, o no, si el número de turistas ha compensado el gasto del belén. Además, tampoco puede apreciarse ademán alguno por parte de la cúpula de gobierno del pueblo, de estar dispuesta a mostrar la rentabilidad que ha supuesto la recreación del portal en arena para la economía local. Quizás todavía se esperan turistas que vengan en busca de un belén que ya ha vuelto al mismo polvo del que salió.

Esta resaca navideña que padece Vila-Seca a causa de su belén, se ve acrecentada por unas obras que se están realizando en el castillo municipal. Otra bella construcción que ver y admirar, pese a que no resulta difícil ver las diferentes restauraciones por las que el edificio ha pasado, y ha de pasar. El ayuntamiento adquirió este castillo en el año 2005 después de abonar su coste a la família titular, Contes de Sicart-Girona.
El objetivo de dichas obras es restaurar, un poco más, el edificio i dotar su estructura de un ascensor interno. Puede parecer ridículo pero si se tiene en cuenta que el valor de la operación se calcula en casi 900.000 euros ya no se ve como algo tan insignificante. Y si todavía se cae en el hecho de que el castillo permanece siempre cerrado al público, aún puede verse desde un aspecto más serio.

Belén de arena y castillo. Castillo y belén de arena. Dos agujeros sin fondo que han portagonizado las Navidades locales. No hay más datos de los beneficios que estas operaciones han reportado, reportan o reportarán. Tan sólo hay inversiones públicas de miles y de cientos de miles de euros que se van para no volver. Por eso reclamo responsabilidades al ayuntamiento sobre estos dos hechos i creo que son necesarios informes que corroboren si las inversiones resultarán rentables o no.