jueves, 9 de enero de 2014

Una época es lo que haría falta

Una vez más, por tópico o tradición, nos encontramos envueltos en esa espiral de nuevos propósitos para otro año, que con el paso de sus días acabaremos dando por perdidos u olvidando. Siempre he sentido cierta fascinación por la expresión que dice "no hay pared entre el día y la noche". Cuando era niño me costaba horrores entenderla, pero a medida que voy avanzando en los años me doy cuenta de que su lógica es verdaderamente aplastante. Y además puede relacionarse con otras medidas de tiempo, como por ejemplo, no hay pared entre semana y semana, entre mes y mes, entre año y año. 
Pese a las subidas de precios, los salarios mínimo seguirán igual (grupojoly.com)

Así lo demuestran estos primeros días de 2014. Sin rastro alguno del pasado año, todo sigue en la misma dirección. El gobierno cerró sus puertas con una ley del aborto completamente antidemocrática, y las ha abierto al nuevo año con la subida de la luz y el incremento del precio del transporte público, entre otras "sorpresas". El cambio de año no ha deja a ver un nuevo rumbo o propósito en la dirección de las riendas del estado, sino que es la enésima apuesta por unas políticas antisociales y dañinamente restrictivas

Además aparecen otros factores que no hacen más que ratificar la inmediata necesidad de un cambio, pero no de año, sino de época. Por ejemplo, la congelación de un salario mínimo que puede calificarse de indecente, ante unos precios que no hacen más que ir a la alza. O los nuevos episodios de la desfachatez que rezuma la Casa Real, incluida, claro está, la última imputación de la infanta por fraude fiscal.

Y en mitad de este lúgubre panorama todavía se atreven a alzarse las voces de la sonora e hipócrita exhortación, que llevan voceando a su antojo desde años a. Me refiero a ejemplos como el de Rafael Spottorno, jefe de la Casa Real, quien se atrevió a pedir que se archivase el caso Nóos por riesgo de martirio a la monarquía. O, también, el caso del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, quien pasa la bomba a Madrid y se desentiende de la subida de uno de unos de los tickets de transporte público más utilizados por la ciudadanía como es la T-10.
La infanta vuelve a coronarse en la lista de casos de corrupción (vozpopuli.com)
Ejemplos y más ejemplos de que no existe pared entre año y año. De esto vamos, desgraciadamente, sobrados. Toda época histórica ha visto correr siglos y siglos de años en espera de cambios, pero estos no han llegado hasta que no se ha planteado seriamente cambiar drásticamente de época. Francamente, no creo que importe el nombre que le demos (medieval, moderna, contemporánea, etc.); lo que si veo cada vez más necesario, cada año que pasa más imprescindible, es el cambio de esta época que demasiado hemos aguantado. Una época construída con burbujas cuya espuma se han quedado las clases poderosas, mientras el resto de la ciudadanía iba mermando. Que alguien me corrija si me equivoco al decir que, a excepción de las condiciones salubres, cada vez nos asemejamos más a la época media, con sus reyes cebados, sus príncipes arrogantes y sus caudillos "todopoderosos". Quizá estemos ante el momento del tan necesario y anhelado despojo de estos viejos lastres que nos acompañan, año tras año.

jueves, 19 de diciembre de 2013

A oscuras

Podría ser el título de una novela de suspense. O del último thriller que se estrena en los cines. Pero no, es la situación de España a partir del próximo mes de enero de 2014. El Gobierno, el mismo gobierno que hace unas semanas pronosticaba con completa firmeza que no subiría la factura de la luz, rectifica (aunque esta vez no parezca de sabios) y cede en su particular "mano a mano" con las compañías eléctricas, con las que arrastra un déficit de 3.600 millones de euros. 

Soria ha vuelto a fallar en sus predicciones (eldiario.es)
Un 11%. La subasta eléctrica ha disparado el incremento de la factura eléctrica (un 10%) i el Gobierno añade su granito de arena (1%) en concepto del incremento de tarifa que le corresponde. Sin duda alguna, la mayor puñalada trapera a lo largo de este ya casi extinguido 2013. Y es que, más que las nefastas previsiones del ministro de Industria, José Manuel Soria, lo que pesa, y pesará a partir del primer día de enero, será la realidad de tener que hacer frente a un recibo desorbitado e incoherente con la situación social que atraviesa el país. 

El juego que vienen marcando desde hace varias décadas los principales políticos del estado (ministros, presidentes, etc.) con las compañías eléctricas, que los convierten en sus consejeros al finalizar sus mandatos, permite hacer una sospecha más que fundamentada sobre los intereses entre ambas partes a la hora de establecer acuerdos como el de la subida de hoy. Pedro Solbes, ex-ministro de Hacienda y Economía se quedó en Enel, filial de Endesa, por 250.000 euros al año. Ángel Acebes,que ocupó varios ministerios (Interior, Justicia y Administraciones Públicas) durante las dos legislaturas de Aznar, fue contratado por Iberdrola a cambio de 400.000 euros. Los ex-presidentes del gobierno, Felipe González y José María Aznar ostentan sus cargos de consejero y asesores en Gas Natural-Fenosa y Endesa, con unos salarios de 126.000 (sin contar dietas ni comisiones) y 200.000 euros. Y estos son unos pocos ejemplos de una lista que se alarga demasiado, dejando evidentes pruebas de las estrechas relaciones que mantienen y han mantenido el sector eléctrico y nuestros gobernantes.
¿Hasta cuándo se resistirán las subidas sorpresa? (20minutos.es)

La ciudadanía continúa y continuará pagando los gastos de estas encarecidas relaciones que conducen al poder económica. Podría hacerse una porra sobre cuáles de los rostros que hoy anidan en el Parlamento acabarán detrás de una mesa de Endesa, Iberdrola o Gas Natural, de entre otras muchas. Pero eso no libraría el yudgo del 11%. La palabra revolución procede del latín "revolutio", que significa "una vuelta". Mientras puedan continuarse pagando las tarifas impuestas no habrá necesidad de "vueltas", pero lo cierto es que ya existe esa necesidad. El año pasado, 1'4 millones de personas se quedaron sin luz y a la vista de soluciones, el Gobierno se empeña en rechazarlas y seguir con el mismo sistema. La necesidad de dar esa "vuelta" pesa demasiado para una sociedad que, a mi modo de ver, está muy mermada de capacidades para continuar resistiendo el chaparrón con la llama de una vela, en lugar de una bombilla.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Corbatas convertidas en banderas

España y Cataluña se sitúan en el puesto número 40 del ránking de países con mayor índice de corrupción. Un listado que comprende 177 estados y los califica con una gradación de 0 a 100, quedando los países más corruptos más próximos al 0, y los menos, más próximos al centenar. Tanto a españoles como a catalanes se les otorga la misma calificación, dado que por el momento componen un único estado. Esta es la de 59. Muy levemente por encima de la mitad. Lo más sorprendente de todo es que Botsuana, en el sur del continente africano, goza de la posición 30 y de una gradación de 64 sobre 100. En efecto: nos superan. 

Nuestra corrupción es evidente a escala mundial (protestantedigital.com)
No es que esto sea un problema debido a que tanto España como Cataluña forman parte del los países desarrollados y deberían superar sin dificultad a cualquier país tercermundista. Esta idea sería despectiva hacia los botsuaneses. El problema radica en contemplar la mejor gestión que están llevando a cabo de los escasos recursos que poseen, y que supera con creces a nuestros planes financieros, rescates bancarios e infinitas reformas fiscales. Sé que no hay lugar para la comparación dada la diferencia existente entre ambos países. Esto es una mera introducción al tema del que pretende tratar este artículo: el conflicto España vs. Cataluña, y viceversa

Hoy se ha inaugurado un simposio que pretende celebrar el tricentenario de los hechos de 1714, año en el que Felipe V impuso su yugo a los catalanes con los Decretos de Nueva Planta. El simposio ha sido bautizado por el gobierno de Mas con el nombre de Espanya contra Catalunya, una mirada històrica (1714-2014). No creo conveniente ni necesario entrar en el juego de declaración-contradeclaración al que han estado jugando los partidos y formaciones políticas a lo largo de estos días. Francamente han proporcionado la misma imagen que siempre, basada en el prefijo "tú más" y en infinidad de comentarios ofensivos, cada uno de ellos más que el anterior, que se cruzan a discreción.
La polémica es el plato fuerte de estos actos (cadenaser.com)

El tema a plantear está ligado con la introducción del principio, sobre Botsuana y su nivel inferior, en comparación con España y Cataluña, de corrupción. He aquí el tema de necesidad para realizar no uno, sino cientos de simposios que traten sobre "la clase gobernante contra la ciudadanía", y temas relacionados. He aquí el auténtico problema que reclama una solución inmediata, en lugar de discursos de Navidad o celebraciones que pretenden avivar más el fuego que ya quema. España y Cataluña; Cataluña y España. Las dos gobernadas por una clase poderosa y corrupta que centra sus esfuerzos en manipular la memoria de la ciudadanía y las emociones de las personas, por tal de crear enemigos de mentira, situaciones de cartón-piedra que lo único que permiten es apartar la vista de los problemas reales, como el puesto 40 en el ránking de países corruptos. 

El simposio parece creado por y para el "govern" (lavanguardia.com)
Los unos porque se niegan a permitir que parte de la ciudadanía celebre una de las manifestaciones más básicas de la democracia, como es un referéndum; los otros porque han tomado el relevo de algo que nunca quisieron ni les perteneció y lo han convertido en suyo, exclusivamente, con un discurso alejado de la realidad social que nos rodea y afecta. Y todo ello en el marco de una corrupción tan grande. En el marco de Oriol Pujol declarando por el escándalo de la ITV; de Jaume Matas lloriqueándole a la justicia. Un marco que parece no tener fin ni límites. Por eso, no nos engañemos, no hay más simposio que el que muestra sus necesidades y sus ávidas estratagemas para focalizar una atención que no les pertenece; ni más bandera que la corbata que hondea bajo sus cuellos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

En la hacienda del tío Cristóbal

España pierde 50.000 millones de euros cada año, en concepto de fraude fiscal. Un fraude que, por cierto, encabezan los directivos empresariales. En porcentaje estaríamos hablando de que el 71% de todo lo defraudado recae sobre las grandes fortunas y empresas nacionales. Quizá el mayor "recorte" que están padeciendo nuestras debilitadas administraciones públicas. 

La proposición del ministro es completamente irracional (elmundo.es)
A todo esto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, responde de una manera contradictoria y poco lógica; por ejemplo ayudando a una de esas grandes fortunas, como en el caso de la Infanta Cristina, a disimular sus delitos fiscales ante la ley o incluso a darlos por buenos. Además de esto, la Agencia Tributaria está pasando por unos momentos ciertamente convulsos, con el cese de una inspectora por negarse a rebajar una multa de 450 millones de euros a la multinacional cementera Cemex, y la posterior dimisión del director de Inspección, Luis Jones, por desavenencias con la directiva. 

La gota que ha colmado el vaso, si es que se puede colmar todavía más, ha sido la proposición de prescindir de algunos de los escasos organismos autonómicos de defensa de la ciudadanía, como son el Defensor del Pueblo i la Sindicatura de Cuentas. Montoro ha asegurado que supondría un ahorro de 230 millones a lo largo de los próximos tres años, es decir, un grano de arena en comparación con el desfalco anual de 50.000 millones que están llevando a cabo grandes fortunas y empresas. Si echamos cuentas, la desaparición de estos mecanismos de defensa del pueblo supondrían un ahorro de 76,6 millones al año, a lo largo de los próximos tres años. Si a 50.000 le restamos 76,6 queda un resultado de 49.923,4 millones que continuarían perdiéndose a través del fraude fiscal
Montoro es cómplice del fraude financiero (dataprix.com)

Una operación lógica y sencilla que podría devolverle cierta cordura al ministro Montoro a la hora de hacer sus cuentas, que parecen no funcionar muy bien, y mejorar el estado del fisco español. Aunque, claro está, si el sistema sigue tratando a la Agencia Tributaria como si fuese su hacienda personal, su rancho de vacaciones en el que tan sólo hay lugar para el desmadre, no es difícil de prever que ministro y gobierno sigan atándose las manos ante los poderes económicos, guiñando el ojito a los especuladores y defraudadores y oprimiendo más las escasas resistencias que una ciudadanía tan asediada como la española todavía posee.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Hasta debajo de las piedras

En estos últimos días de convulsión para la empresa nacional de productos de panadería y bollería industrial, Panrico, no puedo dejar de hacerme la pregunta de qué es un sindicato. Lo cierto es que me cuesta relacionar el auténtico significado del concepto con las pràcticas que de él se están haciendo. La Real Academia lo define como la "asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros". Un significado que, viendo el ejemplo de Panrico, difiere mucho de la realidad.

¿Qué sucederá con los despedidos de Panrico? (vozpopuli.com)
Quizás la pregunta adecuada no sea la planteada en el título. Quizás la que deberíamos hacernos es ¿cómo puede un sindicato pactar el despido de trabajadores? O en su defecto, ¿es eso un sindicato? Todavía no logro a comprender como se ha llegado a tal acuerdo entre la empresa y los sindicatos, pero sin lugar a duda esto reabre la polémica que gira entonrno a las formaciones sindicales de España. 

Por un lado tenemos a Comisiones Obreras, que ahora cambia de parecer sobre el acuerdo y tratará de convocar nuevas asambleas. Demasiado tarde. El daño producido en los trabajadores y trabajadoras ya se ha hecho, e incluso la huelga provocada por los autónomos se ha levantado con hasta 300 bajas en la red de distribución de la empresa. Por otro lado, está UGT. Al sindicato dirigido por Cándido Méndez parece no poder reprochársele nada debido a la supuesta malversación de fondos llevada a cabo por su delegación de Andalucía, estudiada ahora por la justicia. Este hecho estaría focalizando toda la atención del sindicato, aunque finalmente parece que no se detendrá a analizarlo hasta enero. Además, está la imputación y prisión de un importante exsindicalista en el caso de los ERE andaluces,y el espectro de la corrupción que se cierne sobre el propio Méndez, quien podría acabar imputado por irregularidades en el uso de fondos públicos. 

Méndez no puede probar la "inocencia" de UGT (ondacero.es)
En mitad de este panorama los trabajadores de Panrico han sufrido un pacto cruel, alejado de representar sus interesas y velar por su cuidado. De esta nueva polémica vuelve a reflotar el debate de si los sindicatos deberían financiarse con el modelo seguido hasta la fecha, es decir con fondos públicos, o si únicamente deberían limitarse a las cuotas de los afiliados, siguiendo el ejmplo de otros países de la Unión Europea. Partiendo de la base de que la situación económica ha exigido grandes recortes en administraciones públicas y funcionarios, veo motivos más que suficientes para el cese del desvío de fondos públicos a los sindicatos. La cultura sindical en la España actual es insana y derrochadora como un partido político o una empresa más. Por lo tanto es otro agujero negro que no deja de tragar dinero. 

El maletín que UGT compró para falsificar después (libertaddigital.com)
Los sindicatos deberían estar financiados por todos aquellos que desean formar parte de ellos, en cambio con el modelo que se sigue no sólo se nutren de sus afiliaciones, sino que también acaban reteniendo parte de los impuestos de toda la ciudadanía, incluyendo a los no afiliados. Es un sistema injusto y muy impositivo que reduce la libertad de la población sobre si participar o no en la financiación sindical. Además, cuando surgen casos como los recientes de Panrico, los ERE en Andalucía o los famosos maletines de Salvador Bachiller y sus imitaciones, se produce un efecto similar al del anuncio de la contabilidad en negro del Partido Popular y la corrupción de algunos de los miembros de su cúpula: el robo de fondos públicos provenientes de las arcas del estado a las que, supuestamente, van a parar todos nuestros impuestos. Un robo que parece encontrarse, hoy día, hasta debajo de las piedras.

viernes, 22 de noviembre de 2013

"¡Venga! A dispersarse"

El frío comienza a colarse a través de los casi inexistentes espacios que se forman entre las ventanas y las puertas de casa. Miro a través de la cristalera del balcón una vez más, justo antes de sentarme a comer. El mismo paisaje. Juan Miguel Soriano Gijón, mi padre, se sienta un día más a mi lado para compartir los alimentos que nunca faltan. El televisor está encendido pero no le hacemos caso y, como de costumbre, comenzamos a hablar. Recuerda cómo en un día cualquiera de su adolescencia, mientras hablaba con otros chicos en la calle, llegaron unos agentes de la policía franquista y les obligaron a deshacer el pequeño grupo que habían formado. "Llegaron los grises y nos dijeron: '¡Venga! A dispersarse' ". Las heridas de una dictadura pesan en sus ojos mientras narra su recuerdo. "Además nos añadieron: 'Reunión de pastores, ovejas muertas' "
La nueva ley sería una soga para la manifestación (telecinco.es)

El borrador de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que está perfilando el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, bajo la dirección y tutela de su gobierno, representa un claro retroceso a aquella época. Se acota la libertad de manifestación a través de sanciones económicas marcadas por cantidades claramente desorbitadas (hasta 600.000 euros). También se castigan como graves los escraches, la quema de banderas o los insultos contra la Policía y los agentes encargados de mantener el orden público. Y, por supuesto, disturbios como la quema de mobiliario público (contenedores,etc.) y el corte inautorizado de carreteras, o actividades ilegales como el ejercicio y el consumo de prostitución en carreteras y polígonos. 

Una ley que incluye en el mismo paquete de faltas graves hechos como la quema de contenedores, y uno de los principales ejercicios de libertad como es el manifestarse, no puede ser buena. Nada buena. Sin duda, la noticia del borrador que está realizando el gobierno me ha ayudado a acompañar a mi padre en sus recuerdos sobre el franquismo. En sus memorias sobre aquellos días en los que un "gris", un policía cualquiera, podía obligarte a que te dispersases. 

Quizás les volvamos a ver vestidos así (miniaturas plomo.blogspot.com)
El gobierno ha buscado una línea para protegerse frente a los numerosos movimientos sociales que están surgiendo a raíz de sus tan nefastas y austeras políticas. Un escudo con el que asegurarse el control de tanta manifestación y la disminución de tanta protesta. Dicho borrador no es más que un nuevo recorte; ésta vez no en sanidad ni en educación, sino en la libertad del pueblo. El "demos" ha sido separado de la "cracia" con un premeditado y profundo abismo. 


Por le momento el esbozo de la nueva ley se aplaza por causa de las críticas y del mal recibimiento, según dicen. El gobierno garantiza que la nueva ley aligeraría el código penal en pos de las sanciones administrativas, y pide a los medios y al pueblo que se informe antes de opinar. Haciendo balance sobre la información que he recibido y observando la mirada de mi padre, sé que una ley como la que se plantea no puede ser buena. No puede ser bueno recortar en libertades. No puede ser bueno perder derechos en cuanto a protestar y manifestarse. No puede ser bueno regresar a la época de Franco y sus "grises". Por si acaso mañana sancionasen este blog y lo cerrasen, por protestar de manera ilegal, me despido queriendo compartir los recuerdos de alguien que vivió con una legislación muy similar a esta, mi padre: "En una dictadura toda manifestación es considerada ilegal".

jueves, 14 de noviembre de 2013

Prefiero el antídoto a moverme del sitio

Hay un pequeño chiste mejicano que afirma que una víbora se acercaba a un hombre mientras éste gozaba del paisaje sentado. El hombre prefirió pedirle a su mujer el antídoto del veneno del reptil, antes que moverse de su plácida comodidad. En cierta manera, el caso de Filipinas me recuerda al de ese hombre, aunque no por la voluntad de la antigua colonia española. Es hora de lamentarse por un nuevo azote de la furia de la naturaleza, de la cual todos somos culpables y responsables, y nos hemos encargado de aportar un granito, grano o roca de arena.

¿Por qué no hay infraestructura suficiente en Filipinas? (abc.es)
Aunque pueda parecer que el gobierno filipino intenta eximir su culpabilidad ante la ONU utilizando el cambio climático como escudo, no falta parte de razón en esta idea. Kioto y Copnhague son testigos de la falta de acuerdo entre potencias (no sólo económicos sino también contaminadoras), que únicamente se dedican a crear falsas pantallas y finos velos para acallar y contentar a la opinión pública. Pero los resultados son diferentes a lo pactados en estas conferencias, tal como ejemplifica Filipinas. 


Pero no es sólo el punto del cambio climático, que sin duda alguna se ha convertido en algo irremediable ante los ojos de nuestros mandatarios. Encuentro que también tiene mucha relevancia el factor económico. Ahora, en la desgracia, es momento de enviar todo tipo de ayudas a Filipinas, aunque tristemente parece que no llegan a cubrir lo necesario. Pero ¿no era más necesaria la ayuda antes de que "Yolanda" causase los destrozos con los que hoy se carga? La corrupción filipina, tan negativa como en cualquier otro país, había menguado (y lo continúa haciendo) la economía nacional. En ese caso también se necesitaba la ayuda de las potencias, que podrían haber ejercido el poder internacional del que hacen gala para presionar a un repartimiento de los bienes y recursos. También se necesitaba, antes del tifón, que se reforzasen las infraestructuras de los edificios como ocurre en Japón y en otros países más "desarrollados". Pero no parecía el momento. El momento es ahora, después de la catástrofe. El momento es póstumo. 

La ayuda a Filipinas llega tarde (heraldo.es)
Las opciones parecen ser encerradas en este tipo de ayuda "después de la tragedia" y parece olvidarse la conciencia de que cuando realmente se necesita ayuda es antes de que ocurran estas catástrofes. La retención de bienes que se les permite a esos países a los que únicamente miramos en situaciones como esta, la completa indiferencia por lo que está sucediendo en la Tierra y los procesos a los que ésta es sometida, y y esta mala conciencia sobre la ayuda son lastres que no se pueden continuar arrastrando. Pesan demasiado. 

Unos culparán a Dios. Otros al cambio climático. Pero no pretendamos buscar más allá del lugar en el que sitúan las responsabilidades de estas masacres "naturales": la gestión que se está haciendo de los bienes y recursos; la permisión de la continuidad de la corrupción en los países más inestables e indefensos; y la respuesta a la necesidad de ayuda cuando ya todo está perdido. Deseo que nada más suceda a Filipinas. Aunque la lista de predecesores (Haití, Indonesia, Sri Lanka, etc.) no indican ninguna mejora o cambio para tratar de buscar un modus operandi más cercano a la necesidad.