viernes, 3 de octubre de 2014

Carta a mis hermanas y hermanos de Iraq y Siria

Queridas hermanas, queridos hermanos,

os pido disculpas por la hipocresía que guardamos en occidente para tratar cualquier tipo de problemas exteriores, como el que os acecha constantemente a vosotros. Entre la herencia del "patricismo" romano (presente durante más tiempo en nuestro territorios que en Oriente Próximo), las monarquías imperialistas, el fraude del colonialismo y la extensa y variable trayectoria de movimientos políticos, nos hemos situado tras unas barreras que creemos que protegen nuestra "avanzada" sociedad, y en una posición de comodidad nos dedicamos a lanzar juicios de valor y falsas soluciones a discreción sobre montones de situaciones que apenas conocemos y ni siquiera hemos vivido.

Os pido perdón. En primer lugar por mi falta de empatía con vuestra circunstancia. Apenas dedico tiempo para pensar en vuestro sufrimiento y encontrar la forma de poder ayudar, más allá de las propuestas existentes y convencionales. Verdaderamente sois un ejemplo de fe, porque aún siendo perseguidos confiáis y no rechazáis a vuestros valores y creencias. Le pido a Dios que vuestro testimonio cambie el acomodamiento que muchos hemos adoptado en cuanto a la fe, en nuestros países de ese engañabobos llamado "primer mundo". También os pido disculpas por la hipocresía y falta de sensibilidad que mostramos ante el sufrimiento (tanto el vuestro como el de otros colectivos y personas). Nos encerramos en nuestra "cultura de la comparación", pesando en la balanza vuestro éxodo con la expulsión de judíos y musulmanes que hicieron los sádicos Reyes Católicos, olvidando que nuestro objetivo es condenar y abolir la violencia y la injusticia en general, sin hacer distinción de colectivos ni de zonas geográficas. 

Cada vez que abro mi Biblia o comienzo a orar pienso de qué manera puedo ayudaros, o sin más, hacerme yo también partícipe de vuestra carga. Cuando estábamos perseguidos durante la dictadura franquista, entonces sí batallábamos y luchábamos porque nadie intercediese en nuestra comunión. Ahora, nos hemos acomodado gracias a la falsa aceptación de la libertad de conciencia y de credo en nuestra sociedad, llegando incluso a olvidar el sentirnos afortunados por poder reunirnos para hablar de Dios y abrir nuestras Biblias sin que la amenaza de muerte nos rodee.

Es por ello que deciros "ánimo", o cualquier otra interpelación, desde la distancia, me resulta hipócrita e incluso vil. Por tanto, desde la intimidad de mi silencio,trataré de empatizar con vosotros, deseando encarnar en mi piel todos y cada uno de los males que atraveséis, rogándole a Dios que no permita que esta incomprensible situación continúe y cambiando mis pensamientos en vosotros, por acciones prácticas y efectivas que contribuyan al cese de vuestro padecimiento.

jueves, 25 de septiembre de 2014

¿Cuando dejó de llamarse hipocresía por laicismo?

Me molesta la hipocresía. Muchas veces, demasiadas, me comporto de forma hipócrita y me molesto sobremanera a mí mismo. Pero también me molesta la hipocresía que puedo observar en otras personas y también en su máxima forma de agrupación y colectividad, esto es la sociedad. Y en sentido especial, me molesta la hipocresía de quienes gobiernan a ésta, dirigiéndola por los diferentes pasadizos del laberinto, dejándola que en ocasiones se roce con la espina afilada, y conduciéndola, en otras, al final de las zarzas y los matojos. ¿Acaso no es representativo de la hipocresía, el modelo educativo español?

Tras firmar los acuerdos con la Santa Sede en 1979, el gobierno de Adolfo Suárez estableció la opción de estudiar la asignatura de religión o ética, según la voluntad de cada estudiante. El estado, recién salido de una dictadura que había convertido el ultracatolicismo en uno de su pilares, volvía a pactar con la Iglesia, la cual se aseguraba su presencia en el modelo educativo. Con la entrada del PSOE en 1982 comenzó a elaborarse una reforma de la educación que acabaría desembocando en la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo), en 1990. La asignatura de religión perdió parte de su plena validez académica y desapareció su principal alternativa (ética), ofreciendo la posibilidad de realizar actividades de estudio libre a quienes no la cursasen. La Iglesia rechazó tal medida y cuatro años después el Tribunal Supremo invalidó la nueva alternativa porque suponía desventaja para los estudiantes de religión.
La Iglesia sigue presionando por estar en la educación (analisisdigital.org)

En 1996, con la victoria electoral del Partido Popular, el entonces presidente, José María Aznar, impulsó la ley LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación), la cual se aprobó en 2000. La normativa no era más que una concesión a las demandas eclesiales, de establecer de nuevo un alternativa a la asignatura de religión, en igualdad de "fuerzas". Así, quien no estudiaba religión, debía estudiar un misterio académico llamado "hecho religioso". Además, se devolvía a la asignatura de religión su validez académica íntegra. Pero esta ley nunca llegó a cuajar por causa de la victoria electoral del PSOE, en 2004. Rodríguez Zapatero y su gobierno, esgrimieron una nueva ley de educación. La LOE (Ley Orgánica de Educación), que retiraba toda la validez académica de la asignatura de religión, la cual se mantenía como voluntaria junto a dos alternativas: una materia que nunca llegó a existir sobre la historia de las religiones, y tiempo de estudio libre.

Con la nueva entrada del PP en el gobierno (2011), el presidente, Mariano Rajoy, y su ministro de Educación, José Ignacio Wert, rehacen una vez más la ley y anuncian otro proyecto que entra en funcionamiento a partir del presente curso 2014-2015, la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). La asignatura de religión vuelve a tener absoluta validez académica y se ofrece como optativa, junto a una alternativa llamada "Valores sociales y cívicos (en Primaria) y Valores Éticos (en ESO), las cuales ocupan el lugar de la ya extinguida "Educación para la ciudadanía".
Wert a retrocedido la educación al post-franquismo (heraldo.es)

La historia del sistema educativo en este país podría ser equiparable a la historia nacional de Andorra, Lichtenstein o Zanzíbar. Lejos de bromear con el asunto, es grave que un país al que su propia historia persigue, ligada durante muchos siglos con el nacionalcatolicismo, continúe remodelando la educación al antojo del bipartidismo existente, y todavía más, prosiga en la labor de mantener una asignatura obsoleta, desigual y excluyente, como es la religión. Se trata de forzar a convivir una característica arcaica en un entorno contemporáneo. Y todo ello se da en el reino de Felipe VI, con su beneplácito, quien decidió no jurar su cargo con la Biblia por tal de ser ejemplo y vanguardia. Eso es hipocresía.

No tiene sentido mantener una asignatura que va en declive, mientras se discuten derechos educativos fundamentales como el aprendizaje de idiomas nacionales, tales como el catalán o el euskera. Ni tampoco tiene sentido discriminar en plena "educación pública"  a minorías, como los protestantes, testigos de Jehová, judíos, budistas, musulmanes, etc.. La inclusión de la asignatura de religión en el presente sistema educativo no es más que una muestra evidente de hipocresía y adoctrinamiento directo por parte de dos viejos actores (poder e Iglesia) que no han cesado en su correlación de fuerzas y respaldo de objetivos, aún cuando estos han sido contrarios a la voluntad de la ciudadanía.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Parece que el mundo no es de todos

El término de cleptocracia, aún no estar registrado todavía en la Real Academia Española, remonta su significado siglos atrás. En la época romana ya podían augurarse algunos de sus rasgos más distintivos aunque tuvo un primer "boom" en la edad Media, cuando Estado e Iglesia articularon una vasta red cuyas coyunturas les permitían traficar influencias, desmontar la economía de las clases más vulnerables y apoderarse, para beneficio propio, de todos aquellos bienes entendidos en principio para cuidado de toda la ciudadanía. En el África del siglo XX, con la "independencia" de los antiguos territorios coloniales, esta forma de gobernar, si es que se la pueda llamar así, se propagó entre varios de los dictadores que asumieron las riendas de los países, como es el caso del "hitler" africano, Mobutu Sesé Seko, en el Zaire (actual R.D. Congo), que aumentó su fortuna personal hasta equipararla con la deuda pública del país (6.000 millones de dólares) o también Idi Amin en Uganda, y Samuel Doe en Liberia.
Las jerarquías seguirán mientras perdure la cleptocracia (santisousa.com)

El pasado día 10, falleció el que fuera presidente del Banco Santander durante los últimos treinta años, Emilio Botín. Los medios de comunicación se volcaron con la noticia publicando montones de reportajes valorativos y lamentando la pérdida de lo que muchos llamaron "el hombre que revolucionó la banca". Cerca de las nueve de la misma noche, el columnista del diario El Mundo, Salvador Sostres, publicó un artículo de opinión en dicho periódico titulado Muere Emilio. En su artículo, Sostres adulaba al banquero cántabro y exaltaba su gestión a una posición más que privilegiada, situándolo como creador de empleo y dador de todo tipo de beneficios y ventajas a las familias españolas. Además, remarcaba la tragedia que supone para cualquier país la pérdida de sus ricos (a los que equiparaba con la identidad y la distinción de un estado) e instaba a cualquier crítico a callarse, literalmente. El punto álgido de este crimen, más que artículo, de Sostres llega cuando realiza una comparación de valores entre la muerte de un pobre y la de un rico, situando la importancia de la primera exclusivamente en el ámbito internacional, y alzando la segunda a un mal estatal.

Más allá de lo irresponsable, insensato y ofensivo de este escrito (que por desgracia no fue el único), se pueden observar algunos de los trazos generales que definen el boceto de la actualidad. Sostres (lo tomo en este caso como representante de la derecha mediática), plasma, sin quererlo, el gran abismo que separa a las élites de la ciudadanía. Y es que es realidad, la encarnizada guerra que se está dando entre aquellos sectores minoritarios que ostentan el poder y la riqueza, y esa mayoría de la sociedad que vive para sustentarlos. De ahí que puedan permitirse el lujo de alagos y lamentos en velatorios como el de Botín, parecido al de los antiguos guerreros, cuando los quemaban en un altar hecho para la ocasión, en la plaza de la villa, y les ponían una moneda en cada ojo. Eso, en el resto de la sociedad es impensable. El dolor no puede extralimitarse de lo íntimo porque se debe continuar alimentando la cleptocracia de las instituciones
Las reacciones a la muerte de Botín, ejemplo de que existe desigualdad (globalasia.com)












¿Acaso no es cleptocracia, que se vele con especial dedicación a un hombre cuya fortuna personal rondaba los 1.000 millones de euros en 2011, y que por otro lado, tan sólo 69.000 niños catalanes, del millón y medio que ha comenzado este curso, reciban una beca de comedor, únicamente completa para un pequeño grupo de 3.000 alumnos? Palabras, como las de las diferentes autoridades sobre la muerte del banquero, que parecen dulces como la miel, esconden un sabor crudo y amargo. Y es que la evolución de la sociedad ha muerto por el retroceso provocado por una política que limita al ciudadano a una participación (y no limpia del todo) cada cuatro años, dando paso a la cleptocracia; sistema sin igual, que perdura a lo largo del tiempo, no conoce límite en las legislaturas ni en las fronteras de los estados, y se alimenta en cualquier forma de gobierno en la que existan seres dispuestos a practicarla. Extiende sus lazos entre políticos y capitalistas, creando una red de nexos que dirigen su empeño y su esfuerzo hacia un único objetivo: el beneficio propio (que en la mayoría de los casos suele ser en pos de los demás).

martes, 24 de junio de 2014

Felipe VI, 'Podemos' y "La Roja"

Después de la rapidez en la que se van desencadenando las cosas, considero apropiado esquivar el ritmo tan inmediato que se nos impone desde los medios de comunicación y reflexionar. Apropiado y necesario. Porque muy rápida ha sido la abdicación de Juan Carlos. Aunque, cabe decir, no más que su polémico aforamiento. Muy rápido ha sido el ascenso del joven partido Podemos, el cual, no contentándose con los cinco escaños conseguidos en las pasadas elecciones europeas, podría convertirse en la tercera fuerza del estado de cara a las próximas generales. Y, por último, muy rápido ha sido el regreso de la selección de fútbol que, más allá de su juego, nos ha dejado a todos más tranquilos liberándonos de los 720.000 euros que pretendía embolsarse cada uno de sus jugadores en caso de ganar el campeonato. 
Felipe VI no es laico (laopinioncoruna.es)

Terreno óptimo, pues para la reflexión. Felipe VI ha sabido presentarse muy bien, como el gran heredero de su padre, el supuesto salvador de la democracia en España. Supo actuar con suma audacia al negarse a hacer el juramento sobre la Biblia, y hacerlo únicamente sobre la Constitución. Esa barata muestra de laicismo le ha dado un positivo impulso en los medios, los cuales lo han tomado como referente y ejemplo a escala mundial. Personalmente, soy partidario de que se separen la religión y el poder en un estado, ahora bien, no soy partidario de la hipocresía. Que Felipe VI renuncie a su toma de poder mediante la iglesia católica y que se le alabe por ello, ha hecho olvidar la innecesaria parafernalia y pomposidad que caracterizaron el acto de su coronación. 7.000 agentes de seguridad, 16.000 flores, un Rolls Royce,etc..Un cuento de princesas pagado a costa del contribuyente, cuyo coste aún no se nos ha facilitado

Podemos se encuentra en el punto de mira de todo el país. Los medios de comunicación aprovechan y explotan el recurso de la nueva fuerza política como si se tratase de la gran alternativa esperada. Las noticias, los debates y las tertulias se llenan con esta palabra que sirve de lema y nombre a la vez. Creo que es necesario tener cuidado con la rapidez a la que se nos intenta aproximar. Los medios, en un mes ya han creado dos líneas completamente maniqueístas sobre esta formación; o es buena llevada al extremo, o es mala llevada al otro extremo. La salvación de la izquierda, o ETA reencarnada. Cabe recordar, como no hace mucho leí en unas sabias palabras, que es bueno recapacitar y guardar precaución en todo momento. Es necesario, por tanto, analizar 'Podemos' como programa y fuerza política antes de formarnos una idea al respecto, sabiendo que no existe la necesidad de posicionarnos a favor o en contra, tal y como se nos pinta. Sino que también hay otras alternativas, como la de conocer su modus operandi desde la distancia, o situarnos en el centro de esta cuerda que no deja de tensarse hacia un lado o hacia el otro. Es nuestro deber como ciudadanos ser objetivos, imparciales y rigurosos, evitando así que las distintas corrientes nos arrastren hacia el sitio que deseen.
Es necesario analizar 'Podemos'(iniciativadebate.org)

Por último, la cuestión de la selección no es estrictamente de ámbito nacional. No es tanto el qué, sino el cómo. ¿Cómo puede permitir una Federación que acaba dependiendo del gobierno, tanto económica como políticamente, fijar unas primas que sobrepasan el escándalo para convertirse en aberración? ¿Y cómo puede un país como el nuestro y la mayoría del resto de los participantes en la competición, "desarrollados", consentir que se celebre una Copa del Mundo con las condiciones sociopolíticas con las que se está haciendo en Brasil? Si bien es cierto que el dinero de las primas no sale del bolsillo del contribuyente de manera directa, puesto que la es la FIFA la que premia a la selección ganadora con 35 millones de euros, acabamos pagando indirectamente un porcentaje, por muy ínfimo que sea, de esa cuantía, puesto que la FIFA no deja de ser una organización que depende de la comunidad internacional tanto política como económicamente. El presente mundial no es más que un arma de estado, utilizada contra la población. Es auténtico terrorismo estatal. Una vaga ilusión que no ha podido ocultar el duro peso de la realidad. Y por esta sádica estratagema considero que tanto la comunidad internacional, como Rousseff, como la FIFA, deberían ser juzgados
Las primas de la selección son una atrocidad social (abc.es)

Reflexión. Al fin y al cabo todo queda en eso y tan sólo nos queda eso. Por el momento. Quizás mañana el Rolls Royce de Felipe se convierto en un edicto contra la libertad de expresión, como ya ha demostrado en algunas ocasiones su Casa Real. Quizás los puños alzados contra y por 'Podemos' se olviden de su particular batalla mediática y prosigan otras corrientes. En el horizonte nos queda otro mundial en condiciones similares al actual, Qatar 2022, que pese a las sospechas de fraude y al evidente desnivel de clases sociales que sufre la población, continua viento en popa.


jueves, 29 de mayo de 2014

La República de Weimar

Las últimas elecciones al Parlamento Europeo dejan a la vista una Unión debilitada y envejecida, incapaz de velar por el mantenimiento y la seguridad de la democracia, igual que la República de Weimar. Aquella delicada flor que intentó crecer entre los aires de grandeza de un imperio extinguido junto a su cabeza, el Káiser Guillermo II, y la fatalidad de otro que renacía de la mano de Adolf Hitler. La democracia fue atacada por aquellos aparentes demócratas de sombrero y traje, como Franz von Papen o Kurt von Schleicher, y por una xenofobia extrema y oportunista explotada por la NSDAP y sus nazis de camisa parda.

Resulta cómico leer en las portadas de muchos diarios que el bipartidismo se ha acabado, cuando PP y PSOE continúan manteniendo sus inamovibles primer y segundo lugar, con una distancia mínima de ocho escaños sobre la tercera fuerza política más votada. Ambos partidos continúan jugando a ese maquiavélico juego al que jugaban von Papen y von Schleicher, aprovechando la falta de reacción de una ciudadanía a la que quizás le va grande la decisión  de quién ha de gobernarla. 

La xenofobia es la gran ganadora de las elecciones (elmundo.es)
Sobre este terreno aparece una fuerza siempre presente, oportunista y explotadora del populismo y la demagogia. Se trata de la extrema derecha y de la xenofobia que la caracteriza. Las elecciones dejan un panorama desolador para la democracia y los inmigrantes, viendo como el Frente Nacional de LePen vence en Francia y el UKIP de Nigel Farage parece estar logrando el mismo resultado en Reino Unido. También en Dinamarca ganaron los racistas de la mano del Partido Popular Danés. En Suecia y Finlandia han logrado grandes avances respecto a elecciones anteriores. Incluso en el centro-este de Europa se ha propagado esta plaga que parece no haber hecho más que empezar. Los neo-nazis alemanes del NPD logran introducir a uno de sus líderes, Udo Voigt, en la eurocámara. En Hungría, el partido antisemita y antigitano Jobbik logra un crecimiento sin precedentes, y en Grecia, Amanecer Dorado, que hace algunos meses fue culpada de guardar una estrecha relación con los asesinos del músico de izquierdas Pavlos Fyssas, ha quedado en tercer lugar.

Es la realidad de una Unión Europea que, a falta de una democracia seria y libre de la corrupción hacia la que la conducen sus principales directores, avanza en pos del populismo y de la xenofobia, perdiendo la memoria de lo que sucedió en estos mismos lares durante la primera mitad del pasado siglo XX. Dos guerras mundiales, fruto de unas falsas democracias empobrecidas y del constante auge de una demagogia que basaba la precariedad de la cruda situación socioeconómica y en los inmigrantes como alimañas destructoras de la nación. 
Los totalitarismos vuelven a aparecer en el horizonte (abc.es)

Este es el caldo de cultivo que se está gestando en el continente y que se propaga por los diversos estados, atravesando las fronteras de los ideales de libertad y libre convivencia que parecían reinar hasta el momento en la ciudadanía. La mala gestión que los gobiernos están haciendo de la inmigración está ayudando al rápido crecimiento de esta cultura del odio que nunca ha llegado a desaparecer. Supongo que es el peligro de dejar las ascuas de la fogata encendidas y permitir que partidos como los nombrados anteriormente puedan presentarse a unas elecciones democráticas, un sistema en el que no creen y cuya defensa no sólo no garantizan proteger, sino que aseguran querer destruir. El viejo continente parece estar decidiendo el olvido de aquel episodio tan negro de la humanidad, del que siempre nos tocará lamentarnos a todos. Aunque tal y cómo está avanzando la situación, por partida doble. Ya lo dijo Hitler en uno de sus particulares baños de masas: "Podemos ser felices sabiendo que el futuro nos pertenece por completo". Eso parece. Que les pertenece.

viernes, 23 de mayo de 2014

"La extraña que hay en ti", de Neil Jordan

En muchas ocasiones se ha podido ver un largometraje que trate el tema de la venganza desde alguno de los innumerables puntos de vista desde los que ésta puede enfocarse. La muerte, el olvido, el sufrimiento, etc...Hollywood ha impregnado la cultura popular con muchos ejemplos de venganza y de cómo ejecutarla. Pero son pocas las veces que se ha incluido el trato de la justicia, desde el punto de vista ético y moral y no institucional, en esa venganza.

Cartel de la película (fotogramas.es)
En "La extraña que hay en ti", Jordan presenta la que considero que siempre debería ser una apetecible reflexión. La aparición de ese momento crucial en el que la justicia individual deja de ser, y se convierte en una insaciable sed de venganza que jamás se detiene. Desaparece la ética y la moral del individuo, las únicas que podían mantener a la 'bestia' dormida, y se ejecutan aquellas grandes e incomprensibles lagunas que la justicia institucional deja. 

Un tema que requiere una complicación especial, puesto que es muy difícil determinar la actitud correcta en una comparación entre diversas percepciones individuales de la justicia. Es el clásico caso en el que podríamos decir que nos hacemos una idea de cómo actuaríamos en una determinada situación aunque preferimos ser precavidos advirtiendo que nunca llegaremos a comprender el grado de afectación que nos supondría dicha situación y, por ende, las consecuencias que nos llevaría a cometer o sentir.

La transformación de un ser que creía poder esperar en la justicia, a un desconocido cuya existencia jamás se llegó a sospechar. O cómo el mal externo, es decir de otras personas, puede afectarnos y cambiarnos mediante el dolor, hasta el punto de convertirnos en sujetos de una maldad igual o superior a los que en un principio nos dañaron. Es el sentimiento de la venganza el que nos convierte en todo aquello que llegamos a detestar, odiar y repudiar en el pasado. A partir de ahí, las justificaciones siempre serán justificaciones. Independientemente de si son verdaderas o no. 




jueves, 22 de mayo de 2014

¿Qué hay de nuevo para Europa?

Al abrir el buzón de casa encuentro menos espacio de lo normal. Una pila rectangular de sobres amontonados ocupa gran parte de su superficie. Huele a elecciones. Hojarasca electoral. Con mucha precaución acerco mi mano al interior del cubículo de metal y cojo los sobres, sabiendo que al llegar a casa me espera la lectura de promesas y más promesas cuya credibilidad deberé contrastar con los antecedentes que han marcado la línea política hasta el día de hoy, el momento en el que me dispongo a leer los programas para las elecciones europeas del 25 de mayo.

Las elecciones han perdido su auténtico sentido (elpaís.com)
En los medios de comunicación el debate no se centra en la recuperación de la crisis, que todas las formaciones se esfuerzan en prometer, ni en las medidas de erradicación de la austeridad, la cual ha sido y es impuesta por todos aquellos que ahora aseguran estar dispuestos a combatirla. El debate sobre el machismo es el que toma protagonismo

Tras las retrógradas palabras del cabeza de lista del Partido Popular, Miguel Arias Cañete, sobre el riesgo de parecer machista por superar intelectualmente a su oponente socialista, Elena Valenciano, los 'mass media' se han encargado de politizar el debate sobre el machismo y establecer relaciones y comparaciones estratégicas con las diversas fuerzas políticas. Más allá de que Arias Cañete se haya cavado su propia tumba, cosa que no creo porque el fiel votante de la derecha es fiel hasta el final, y también más allá del oportunismo que han ejercido los socialistas, especialmente su líder, Martin Schulz, que ha explotado las declaraciones de su rival hasta el extremo, todo lo demás es una cortina de humo. Un tupido velo sobre el que se está escondiendo la auténtica necesidad de refundar la Unión Europea sobre las bases de la protección social, y no capital.

La realidad que emana de la clase política europea, y que los medios deberían preocuparse más en fomentar, tratar y analizar, es otra muy diferente. Hace poco más de un mes que la ex-presidenta de la Comuidad de Madrid, Esperanza Aguirre, derribó la moto de un agente de seguridad vial. En los días posteriores al accidente, Aguirre acusó a los agentes de ser "bastante machistas". En aquella ocasión, pese a que el incidente quedó en el ámbito personal y el Partido Popular no definió muy bien su postura, se dio una reacción de deliberado abuso de poder. Reacción que si se contrasta con las palabras de Arias Cañete resulta contradictoria. Y el altavoz de los medios parece ir detrás de la cuestión sobre qué es machista para el PP. Pero en este mismo terreno de la actualidad aparece una realidad que tan sólo queda en una pieza informativa, un día concreto como el de hoy. Habló del xenófobo discurso del fundador del Frente Nacional francés, Jean Marie LePen, quien ha asegurado sobre la inmigración que "el señor ébola puede solucionarla en tres meses".
Un riesgo evidente se está gestando en el continente (huffingtonpost.fr)

Más allá del sentido maquiavélico de las palabras de este auténtico racista y fascista francés, aparece el riesgo de una Unión Europea que no consigue moverse de los lastres del pasado. No hablo sólo de la Europa de las grandes dictaduras, sino de aquel continente que un día tomó la decisión de priorizar la salud de su economía muy por encima de la de sus ciudadanos. Esa es la realidad a la que se deberían enfrentar todos y cada uno de los partidos que se presentan a las elecciones europeas. Debemos ser conscientes, mientras tanto, que es probable que nuestras libertades queden, una vez más, selladas en un sobre opaco y encarceladas entre las transparentes paredes de una urna.