jueves, 23 de octubre de 2014

Irak 2.0

Para que hoy en día, un país que se encuentra fuera de una guerra mueva sus tropas hasta el lugar del conflicto, debe darse alguna de las siguientes causas: en primer lugar, puede realizar la movilización militar bajo el marco de una campaña de ayuda humanitaria (aunque sigo sin comprender por qué se envían soldados a hacer misiones humanitarias); por otra lado, puede ser que ese país forme parte de una comunidad internacional (llamémosla OTAN, por ejemplo) y deba cumplir el compromiso que la organización le impone; por último, también puede darse un 'intercambio de cartas' o favores entre dos o más países, sin la necesidad de que pertenezcan a una organización. Es decir, que por intereses y conveniencias mutuas, envíen a sus ejércitos a uno u otro conflicto. 

Morenés, M. de Defensa, se ha mostrado partidario de la intervención (hoy.center)
El regreso de España a Irak puede contener un grado determinado de las tres opciones. Desde Defensa justifican la decisión como un acto contra el avance del yihadismo, un peligro que es cierto y serio. Alegan, además, que los 300 militares del dispositivo enviado no participarán en la lucha, sino que el objetivo de la misión es instruir al ejército iraquí. No es una ayuda humanitaria, ni mucho menos, pero la amenaza del Estado Islámico es real y poblaciones de Oriente Medio (iraquíes, sirios, kurdos,etc.) se encuentran en peligro. 

Aún así, el motivo principal del retorno de España a Oriente Próximo es la presión de la comunidad internacional. La estrechez de sus lazos con Estados Unidos, Reino Unido y Francia, entre otros, es motivo de más para que el Gobierno haya tomado esta decisión. Los vínculos de la alienación internacional (al igual que en las dos guerras mundiales), por los que Felipe González ya se ganó grandes protestas entrando a la OTAN, siguen igual de vivos que en el siglo pasado. Obviamente, de aquí nace la tercera causa. La del beneficio y el interés mutuos. Tanto la comunidad internacional en su conjunto, como los países que la integran por separado, han demostrado una disposición de participación que se reduce a la existencia de intereses o beneficios para ellos. Un ejemplo claro es la intervención de España en Mali y en la República Centroafricana para ayudar a Francia a frenar, también, una 'amenaza' islamista.  
Eludiendo lo económico y aludiendo a lo social, España regresa a Irak (elmundo.es)

Pese a la amenaza palpable del Estado Islámico, ni España ni la comunidad internacional tienen autoridad para mover sus fichas cuando y cómo les plazca, por lo tanto podemos partir de la base de que esta decisión no se adviene a ninguna potestad. Es, una vez más, una acción ejecutada sin consulta previa a la ciudadanía (que es la que verdaderamente debería escoger estas cuestiones a través de referéndum) que se divide entre la falta de capacidad por establecer una base de negociación mediante el diálogo y la cooperación (no la imposición) mutua, y los delirios de grandeza y de dominio que jamás han desaparecido de Occidente.Una acción que, además permite a las esferas conservadoras de la opinión pública regodearse en la idea de generalizar el islam dentro del yihadismo e infundir un miedo por anticipado, tal como se ha podido ver en el último programa "El debate" de Televisión Española.

Además de la repercusión social que puede tener el regreso de España a una situación de conflicto sobre suelo iraquí, está la cuestión económica. El anuncio de que la movilización de los 300 soldados va a tener un coste inicial de 35 millones de euros es una falacia intolerable. El coste de un dispositivo militar que en principio durará seis meses debe calcularse en centenares o incluso miles de millones. El ejemplo más evidente que corrobora esta idea sería los Programas Especiales de Armamento (PEA). El gobierno ha vuelto ha anunciar en los presupuestos generales de 2015 una partida de 6,84 millones para armas, pero se espera que a finales de verano, como viene haciendo los últimos años, apruebe un crédito extraordinario mil millonario para paliar su deuda armamentística (en 2014 ha sido de 1.782 millones). Una cifra que no se ajusta con la realidad de recortes que se están viviendo en sanidad, educación, cultura y, en fin, en todo el ámbito social.

jueves, 16 de octubre de 2014

Dioses de papel y colorines

Pese a la repulsión general que ofrece hablar de Dios y todo lo relacionado con él, la atención se ha focalizado en otros asuntos, los cuales han alcanzado una categoría excelsa y reciben un trato divino. Se han ratificado deidades convencionales. No se han creado porque ya existían pero, como muestra el ciclo de la historia, nuestro siglo también ha servido para ratificarlas, igual que los predecesores, en esa categoría que sobrepasa el entendimiento y la capacidad humanas.
El afán lucrativo ha terminado apropiándose el discurso de MLK (nj.com)

El dinero es dinero desde que el mundo es mundo. Aunque en una época se haya representado en una patata, en otra se haya hecho a través de una moneda, y ahora se haga con el multicolor uso de billetes y tarjetas, esta 'materia' ha adquirido siempre la posición que ostenta la figura de un dios, situándose como objeto de deseo e interés por encima de todo lo demás y superando, incluso, las barreras de la muerte. 

A nuestros días llega el caso del discurso de Martin Luther King, el célebre "I have a dream", la propiedad del cual es de los herederos familiares hasta 2038, pero que en 2009 fue vendida a la compañía musical EMI, absorbida dos años después por el 'gigante'Sony. De esta forma, quien ayer quisiese subir parte del discurso a Internet para celebrar el 50 aniversario del Nobel de la Paz contra el segregacionismo racial, corrió el riesgo de 'incumplir' los términos legales de la Propiedad Intelectual. Algo que en definitiva concluye con el acto de tener que pagar la suma correspondiente a los 'propietarios' de un discurso libre, que fue proclamado por alguien que reclamaba valores de libertad y que, además, lo hizo públicamente.

De Oriol sirve de fomenta para el sistema laboral machista (elmunicipo.es)
Otro ejemplo es el que nos deja la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, quien mantiene su empeño en restringir el acceso al mundo laboral a mujeres en edad de quedarse embarazadas. Ahora justifica sus declaraciones sobre el hecho que si una empleada se queda embarazada "nos encontramos con el problema", afirmando que tan sólo realizaba una crítica al mundo empresarial en el que, dice, "no conseguimos tener a más mujeres que suban en la escala profesional". Esto no es más que un "techo de cristal", que pretende justificar la actitud machista de un sistema que no trabaja ni coopera por incorporar la igualdad de condiciones de la mujer en el ámbito más básico (teoría del suelo pegajoso) del mundo laboral. Lo curioso de todo es que la señora de Oriol tiene seis hijos, y parece que a ella, por el momento, eso no le ha causado ninguna imposibilidad para desempeñar su cargo. 

Por último, las tarjetas llamadas "black" de la cúpula de Caja Madrid/Bankia. La cantidad de rodeos judiciales que se están dando para fijar quienes han de dar cuenta y por qué deben hacerlo. Pero, sobretodo, la pregunta que debería plantearse es por qué lo han hecho. Si se analizan los perfiles de los usuarios de estas tarjetas encontramos a personas que no pueden conocer el término 'necesidad': cargos públicos que van desde un ex-ministro (Rato) hasta el ex-jefe de la Casa Real (Rafael Spottorno), pasando por altos cargos de la banca y varias fundaciones, así como de organizaciones empresariales (Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE) y sindicales (José Ricardo Martínez de UGT y Rodolfo Benítez de CCOO).
Lo privilegiado de sus cargos no parece suficiente (eldiario.es)

Ya sea para limitar el acceso a la libre cultura, para justificar la precariedad laboral impuesta, o bien para saciar una sed de avaricia y "peseterismo" que nunca acabará, el dinero se ha impuesto con firmeza en el corazón de quienes lo ostentan, convirtiéndose en una deidad que somete a todos y que no pertenece a nadie. Con él se ha corrompido el sistema democrático de muchos países, a través del afán de las clases política y empresarial, y el color de su papel determina adonde podemos arrimarnos y adonde no; si podemos comer o no, y qué podemos comer y qué no; si podemos escuchar las palabras de liberación de Martin Luther King o no; si podemos trabajar o no. Considero que el laicismo en un estado no sólo se debe medir por la presencia de una religión en el sistema educativo y en la administración pública (de lo que ya vamos también servidos), sino que debe ampliarse el concepto y abarcar las posibilidades de acceso de las personas a los distintos bienes sociales en función de su presencia ante el "dios dinero". No somos laicos. Nada laicos.
 

sábado, 4 de octubre de 2014

"Eden", de Megan Griffiths

En contadas ocasiones podemos justificar el lugar que puede llegar a ocupar un determinado contenido explícito en una película. Sexo, drogas, sangre y violencia (tanto a nivel físico como psicológico) parecen colapsar nuestra capacidad receptiva y nos llevan a deducir considerablemente la puntuación que podríamos otorgarle a una historia. No es este el caso de Eden, aunque aparecen todas estas características, porque lo hacen con una capacidad psicológica explícita pero brillantemente calculada y sopesada sobre el terreno de la trama. 

Cartel de la película (encylopine.org)
A diferencia de otras cintas sobre el tráfico de mujeres en el "negocio de la prostitución", como Human Trafficking, el film de Griffith se presenta desde la perspectiva del sufrimiento explícito, sin dejar de lado cuestiones como el funcionamiento de la trama o el valor de vivencia en primera persona de la protagonista, aunque sí desplazándolas a un segundo lugar que se sitúa en el marco de fondo del desarrollo de la historia. Al dejar fuera de la acción cualquier investigación policial y concentrarse en la experiencia desde dentro, desde ese submundo paralelo de "negocios" y "negociantes" que compran y venden seres humanos sin tapujos, la historia sobrepasa el límite convencional de lo que llamamos 'drama' y se clava en la garganta del espectador, obligándole a tomar la opción de continuar viendo la película y encarnarse en la piel de la víctima durante al menos 90 minutos, o bien apagar la pantalla del televisor. 

El contenido explícito no se presenta como algo demonizante y tampoco llega a los niveles del gore ridículo y previsible, como en algunas películas de Tarantino. Es un componente más del engranaje de la historia que se da en su justa medida, como la sal en la comida. Permite al espectador llegar a enfrentar el conjunto de sentidos de las acciones que se presentan a lo largo del argumento, interactuando con los personajes y las ideas de cada uno de ellos.

Además, la historia supone en sí misma un toque discreto pero conciso sobre el debate de si la prostitución debe continuar concibiéndose como un oficio, debe promoverse la regulación de sus derechos laborales o bien, se la debe enfrentar por tal de abolirla. Es claro que este un problema que ha derivado en muchas opciones, algunas más considerables que las otras. 

No es una cuestión de erradicación del paganismo y tampoco es una cuestión de adquirir una visión como si se tratase de una empresa común que pretende situarse en el mercado y competir. Se trata de preguntarse si bajo los límites de una actividad como esta existe un atisbo de voluntad y deseo propio por parte de la prostituta o, si bien, es un problema que siempre incluirá el tráfico ilegal, aún dándose una posible regularización. En este sentido, la regularidad de derechos me parece algo idílico, teniendo el cuenta el sistema con el que funcionamos, que cada vez priva más a los trabajadores de sus derechos y fomenta el negocio "en negro". Respecto al abolicionsimo, si bien soy partidario de muchas de sus ideas, también presenta aspectos negativos y fomenta la clandestinidad. En conclusión, creo que debemos trabajar para encontrar una solución cuyo objetivo sea la desaparición absoluta de este "negocio" pero que al mismo tiempo ofrezca las mayores garantías de seguridad, reinserción y protección a las 27 millones de víctimas que padecen en este submundo.

viernes, 3 de octubre de 2014

Carta a mis hermanas y hermanos de Iraq y Siria

Queridas hermanas, queridos hermanos,

os pido disculpas por la hipocresía que guardamos en occidente para tratar cualquier tipo de problemas exteriores, como el que os acecha constantemente a vosotros. Entre la herencia del "patricismo" romano (presente durante más tiempo en nuestro territorios que en Oriente Próximo), las monarquías imperialistas, el fraude del colonialismo y la extensa y variable trayectoria de movimientos políticos, nos hemos situado tras unas barreras que creemos que protegen nuestra "avanzada" sociedad, y en una posición de comodidad nos dedicamos a lanzar juicios de valor y falsas soluciones a discreción sobre montones de situaciones que apenas conocemos y ni siquiera hemos vivido.

Os pido perdón. En primer lugar por mi falta de empatía con vuestra circunstancia. Apenas dedico tiempo para pensar en vuestro sufrimiento y encontrar la forma de poder ayudar, más allá de las propuestas existentes y convencionales. Verdaderamente sois un ejemplo de fe, porque aún siendo perseguidos confiáis y no rechazáis a vuestros valores y creencias. Le pido a Dios que vuestro testimonio cambie el acomodamiento que muchos hemos adoptado en cuanto a la fe, en nuestros países de ese engañabobos llamado "primer mundo". También os pido disculpas por la hipocresía y falta de sensibilidad que mostramos ante el sufrimiento (tanto el vuestro como el de otros colectivos y personas). Nos encerramos en nuestra "cultura de la comparación", pesando en la balanza vuestro éxodo con la expulsión de judíos y musulmanes que hicieron los sádicos Reyes Católicos, olvidando que nuestro objetivo es condenar y abolir la violencia y la injusticia en general, sin hacer distinción de colectivos ni de zonas geográficas. 

Cada vez que abro mi Biblia o comienzo a orar pienso de qué manera puedo ayudaros, o sin más, hacerme yo también partícipe de vuestra carga. Cuando estábamos perseguidos durante la dictadura franquista, entonces sí batallábamos y luchábamos porque nadie intercediese en nuestra comunión. Ahora, nos hemos acomodado gracias a la falsa aceptación de la libertad de conciencia y de credo en nuestra sociedad, llegando incluso a olvidar el sentirnos afortunados por poder reunirnos para hablar de Dios y abrir nuestras Biblias sin que la amenaza de muerte nos rodee.

Es por ello que deciros "ánimo", o cualquier otra interpelación, desde la distancia, me resulta hipócrita e incluso vil. Por tanto, desde la intimidad de mi silencio,trataré de empatizar con vosotros, deseando encarnar en mi piel todos y cada uno de los males que atraveséis, rogándole a Dios que no permita que esta incomprensible situación continúe y cambiando mis pensamientos en vosotros, por acciones prácticas y efectivas que contribuyan al cese de vuestro padecimiento.

jueves, 25 de septiembre de 2014

¿Cuando dejó de llamarse hipocresía por laicismo?

Me molesta la hipocresía. Muchas veces, demasiadas, me comporto de forma hipócrita y me molesto sobremanera a mí mismo. Pero también me molesta la hipocresía que puedo observar en otras personas y también en su máxima forma de agrupación y colectividad, esto es la sociedad. Y en sentido especial, me molesta la hipocresía de quienes gobiernan a ésta, dirigiéndola por los diferentes pasadizos del laberinto, dejándola que en ocasiones se roce con la espina afilada, y conduciéndola, en otras, al final de las zarzas y los matojos. ¿Acaso no es representativo de la hipocresía, el modelo educativo español?

Tras firmar los acuerdos con la Santa Sede en 1979, el gobierno de Adolfo Suárez estableció la opción de estudiar la asignatura de religión o ética, según la voluntad de cada estudiante. El estado, recién salido de una dictadura que había convertido el ultracatolicismo en uno de su pilares, volvía a pactar con la Iglesia, la cual se aseguraba su presencia en el modelo educativo. Con la entrada del PSOE en 1982 comenzó a elaborarse una reforma de la educación que acabaría desembocando en la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo), en 1990. La asignatura de religión perdió parte de su plena validez académica y desapareció su principal alternativa (ética), ofreciendo la posibilidad de realizar actividades de estudio libre a quienes no la cursasen. La Iglesia rechazó tal medida y cuatro años después el Tribunal Supremo invalidó la nueva alternativa porque suponía desventaja para los estudiantes de religión.
La Iglesia sigue presionando por estar en la educación (analisisdigital.org)

En 1996, con la victoria electoral del Partido Popular, el entonces presidente, José María Aznar, impulsó la ley LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación), la cual se aprobó en 2000. La normativa no era más que una concesión a las demandas eclesiales, de establecer de nuevo un alternativa a la asignatura de religión, en igualdad de "fuerzas". Así, quien no estudiaba religión, debía estudiar un misterio académico llamado "hecho religioso". Además, se devolvía a la asignatura de religión su validez académica íntegra. Pero esta ley nunca llegó a cuajar por causa de la victoria electoral del PSOE, en 2004. Rodríguez Zapatero y su gobierno, esgrimieron una nueva ley de educación. La LOE (Ley Orgánica de Educación), que retiraba toda la validez académica de la asignatura de religión, la cual se mantenía como voluntaria junto a dos alternativas: una materia que nunca llegó a existir sobre la historia de las religiones, y tiempo de estudio libre.

Con la nueva entrada del PP en el gobierno (2011), el presidente, Mariano Rajoy, y su ministro de Educación, José Ignacio Wert, rehacen una vez más la ley y anuncian otro proyecto que entra en funcionamiento a partir del presente curso 2014-2015, la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). La asignatura de religión vuelve a tener absoluta validez académica y se ofrece como optativa, junto a una alternativa llamada "Valores sociales y cívicos (en Primaria) y Valores Éticos (en ESO), las cuales ocupan el lugar de la ya extinguida "Educación para la ciudadanía".
Wert a retrocedido la educación al post-franquismo (heraldo.es)

La historia del sistema educativo en este país podría ser equiparable a la historia nacional de Andorra, Lichtenstein o Zanzíbar. Lejos de bromear con el asunto, es grave que un país al que su propia historia persigue, ligada durante muchos siglos con el nacionalcatolicismo, continúe remodelando la educación al antojo del bipartidismo existente, y todavía más, prosiga en la labor de mantener una asignatura obsoleta, desigual y excluyente, como es la religión. Se trata de forzar a convivir una característica arcaica en un entorno contemporáneo. Y todo ello se da en el reino de Felipe VI, con su beneplácito, quien decidió no jurar su cargo con la Biblia por tal de ser ejemplo y vanguardia. Eso es hipocresía.

No tiene sentido mantener una asignatura que va en declive, mientras se discuten derechos educativos fundamentales como el aprendizaje de idiomas nacionales, tales como el catalán o el euskera. Ni tampoco tiene sentido discriminar en plena "educación pública"  a minorías, como los protestantes, testigos de Jehová, judíos, budistas, musulmanes, etc.. La inclusión de la asignatura de religión en el presente sistema educativo no es más que una muestra evidente de hipocresía y adoctrinamiento directo por parte de dos viejos actores (poder e Iglesia) que no han cesado en su correlación de fuerzas y respaldo de objetivos, aún cuando estos han sido contrarios a la voluntad de la ciudadanía.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Parece que el mundo no es de todos

El término de cleptocracia, aún no estar registrado todavía en la Real Academia Española, remonta su significado siglos atrás. En la época romana ya podían augurarse algunos de sus rasgos más distintivos aunque tuvo un primer "boom" en la edad Media, cuando Estado e Iglesia articularon una vasta red cuyas coyunturas les permitían traficar influencias, desmontar la economía de las clases más vulnerables y apoderarse, para beneficio propio, de todos aquellos bienes entendidos en principio para cuidado de toda la ciudadanía. En el África del siglo XX, con la "independencia" de los antiguos territorios coloniales, esta forma de gobernar, si es que se la pueda llamar así, se propagó entre varios de los dictadores que asumieron las riendas de los países, como es el caso del "hitler" africano, Mobutu Sesé Seko, en el Zaire (actual R.D. Congo), que aumentó su fortuna personal hasta equipararla con la deuda pública del país (6.000 millones de dólares) o también Idi Amin en Uganda, y Samuel Doe en Liberia.
Las jerarquías seguirán mientras perdure la cleptocracia (santisousa.com)

El pasado día 10, falleció el que fuera presidente del Banco Santander durante los últimos treinta años, Emilio Botín. Los medios de comunicación se volcaron con la noticia publicando montones de reportajes valorativos y lamentando la pérdida de lo que muchos llamaron "el hombre que revolucionó la banca". Cerca de las nueve de la misma noche, el columnista del diario El Mundo, Salvador Sostres, publicó un artículo de opinión en dicho periódico titulado Muere Emilio. En su artículo, Sostres adulaba al banquero cántabro y exaltaba su gestión a una posición más que privilegiada, situándolo como creador de empleo y dador de todo tipo de beneficios y ventajas a las familias españolas. Además, remarcaba la tragedia que supone para cualquier país la pérdida de sus ricos (a los que equiparaba con la identidad y la distinción de un estado) e instaba a cualquier crítico a callarse, literalmente. El punto álgido de este crimen, más que artículo, de Sostres llega cuando realiza una comparación de valores entre la muerte de un pobre y la de un rico, situando la importancia de la primera exclusivamente en el ámbito internacional, y alzando la segunda a un mal estatal.

Más allá de lo irresponsable, insensato y ofensivo de este escrito (que por desgracia no fue el único), se pueden observar algunos de los trazos generales que definen el boceto de la actualidad. Sostres (lo tomo en este caso como representante de la derecha mediática), plasma, sin quererlo, el gran abismo que separa a las élites de la ciudadanía. Y es que es realidad, la encarnizada guerra que se está dando entre aquellos sectores minoritarios que ostentan el poder y la riqueza, y esa mayoría de la sociedad que vive para sustentarlos. De ahí que puedan permitirse el lujo de alagos y lamentos en velatorios como el de Botín, parecido al de los antiguos guerreros, cuando los quemaban en un altar hecho para la ocasión, en la plaza de la villa, y les ponían una moneda en cada ojo. Eso, en el resto de la sociedad es impensable. El dolor no puede extralimitarse de lo íntimo porque se debe continuar alimentando la cleptocracia de las instituciones
Las reacciones a la muerte de Botín, ejemplo de que existe desigualdad (globalasia.com)












¿Acaso no es cleptocracia, que se vele con especial dedicación a un hombre cuya fortuna personal rondaba los 1.000 millones de euros en 2011, y que por otro lado, tan sólo 69.000 niños catalanes, del millón y medio que ha comenzado este curso, reciban una beca de comedor, únicamente completa para un pequeño grupo de 3.000 alumnos? Palabras, como las de las diferentes autoridades sobre la muerte del banquero, que parecen dulces como la miel, esconden un sabor crudo y amargo. Y es que la evolución de la sociedad ha muerto por el retroceso provocado por una política que limita al ciudadano a una participación (y no limpia del todo) cada cuatro años, dando paso a la cleptocracia; sistema sin igual, que perdura a lo largo del tiempo, no conoce límite en las legislaturas ni en las fronteras de los estados, y se alimenta en cualquier forma de gobierno en la que existan seres dispuestos a practicarla. Extiende sus lazos entre políticos y capitalistas, creando una red de nexos que dirigen su empeño y su esfuerzo hacia un único objetivo: el beneficio propio (que en la mayoría de los casos suele ser en pos de los demás).

martes, 24 de junio de 2014

Felipe VI, 'Podemos' y "La Roja"

Después de la rapidez en la que se van desencadenando las cosas, considero apropiado esquivar el ritmo tan inmediato que se nos impone desde los medios de comunicación y reflexionar. Apropiado y necesario. Porque muy rápida ha sido la abdicación de Juan Carlos. Aunque, cabe decir, no más que su polémico aforamiento. Muy rápido ha sido el ascenso del joven partido Podemos, el cual, no contentándose con los cinco escaños conseguidos en las pasadas elecciones europeas, podría convertirse en la tercera fuerza del estado de cara a las próximas generales. Y, por último, muy rápido ha sido el regreso de la selección de fútbol que, más allá de su juego, nos ha dejado a todos más tranquilos liberándonos de los 720.000 euros que pretendía embolsarse cada uno de sus jugadores en caso de ganar el campeonato. 
Felipe VI no es laico (laopinioncoruna.es)

Terreno óptimo, pues para la reflexión. Felipe VI ha sabido presentarse muy bien, como el gran heredero de su padre, el supuesto salvador de la democracia en España. Supo actuar con suma audacia al negarse a hacer el juramento sobre la Biblia, y hacerlo únicamente sobre la Constitución. Esa barata muestra de laicismo le ha dado un positivo impulso en los medios, los cuales lo han tomado como referente y ejemplo a escala mundial. Personalmente, soy partidario de que se separen la religión y el poder en un estado, ahora bien, no soy partidario de la hipocresía. Que Felipe VI renuncie a su toma de poder mediante la iglesia católica y que se le alabe por ello, ha hecho olvidar la innecesaria parafernalia y pomposidad que caracterizaron el acto de su coronación. 7.000 agentes de seguridad, 16.000 flores, un Rolls Royce,etc..Un cuento de princesas pagado a costa del contribuyente, cuyo coste aún no se nos ha facilitado

Podemos se encuentra en el punto de mira de todo el país. Los medios de comunicación aprovechan y explotan el recurso de la nueva fuerza política como si se tratase de la gran alternativa esperada. Las noticias, los debates y las tertulias se llenan con esta palabra que sirve de lema y nombre a la vez. Creo que es necesario tener cuidado con la rapidez a la que se nos intenta aproximar. Los medios, en un mes ya han creado dos líneas completamente maniqueístas sobre esta formación; o es buena llevada al extremo, o es mala llevada al otro extremo. La salvación de la izquierda, o ETA reencarnada. Cabe recordar, como no hace mucho leí en unas sabias palabras, que es bueno recapacitar y guardar precaución en todo momento. Es necesario, por tanto, analizar 'Podemos' como programa y fuerza política antes de formarnos una idea al respecto, sabiendo que no existe la necesidad de posicionarnos a favor o en contra, tal y como se nos pinta. Sino que también hay otras alternativas, como la de conocer su modus operandi desde la distancia, o situarnos en el centro de esta cuerda que no deja de tensarse hacia un lado o hacia el otro. Es nuestro deber como ciudadanos ser objetivos, imparciales y rigurosos, evitando así que las distintas corrientes nos arrastren hacia el sitio que deseen.
Es necesario analizar 'Podemos'(iniciativadebate.org)

Por último, la cuestión de la selección no es estrictamente de ámbito nacional. No es tanto el qué, sino el cómo. ¿Cómo puede permitir una Federación que acaba dependiendo del gobierno, tanto económica como políticamente, fijar unas primas que sobrepasan el escándalo para convertirse en aberración? ¿Y cómo puede un país como el nuestro y la mayoría del resto de los participantes en la competición, "desarrollados", consentir que se celebre una Copa del Mundo con las condiciones sociopolíticas con las que se está haciendo en Brasil? Si bien es cierto que el dinero de las primas no sale del bolsillo del contribuyente de manera directa, puesto que la es la FIFA la que premia a la selección ganadora con 35 millones de euros, acabamos pagando indirectamente un porcentaje, por muy ínfimo que sea, de esa cuantía, puesto que la FIFA no deja de ser una organización que depende de la comunidad internacional tanto política como económicamente. El presente mundial no es más que un arma de estado, utilizada contra la población. Es auténtico terrorismo estatal. Una vaga ilusión que no ha podido ocultar el duro peso de la realidad. Y por esta sádica estratagema considero que tanto la comunidad internacional, como Rousseff, como la FIFA, deberían ser juzgados
Las primas de la selección son una atrocidad social (abc.es)

Reflexión. Al fin y al cabo todo queda en eso y tan sólo nos queda eso. Por el momento. Quizás mañana el Rolls Royce de Felipe se convierto en un edicto contra la libertad de expresión, como ya ha demostrado en algunas ocasiones su Casa Real. Quizás los puños alzados contra y por 'Podemos' se olviden de su particular batalla mediática y prosigan otras corrientes. En el horizonte nos queda otro mundial en condiciones similares al actual, Qatar 2022, que pese a las sospechas de fraude y al evidente desnivel de clases sociales que sufre la población, continua viento en popa.