sábado, 24 de enero de 2015

¿Dónde estabas, hombre de azúcar?

Son muchas las similitudes entre Syriza y Sixto Rodríguez. La coalición de la izquierda radical griega, que este domingo enfrenta sus sextas elecciones generales, por primera vez con la vitola de ser la favorita en unos sondeos que le dan hasta diez puntos de ventaja sobre los conservadores, encabeza la vanguardia del renacimiento de la izquierda en Europa. En el capítulo del cine-documental, el protagonista de Searching for sugarman revive su drama musical hasta ver cumplido su sueño en el exilio, innovando las rígidas estructuras del pop-rock-(alternativo) de los 70 y liderando un nuevo género en Sudáfrica

Sixto Rodríguez, en un fotograma del documental (nytimes.com)
El cantautor de Detroit, de origen mexicano, se ve vagar por las calles de su ciudad, abucheado por públicos sedientos del "blues del establishment", como dice su tema homónimo. Sin embargo, desconocedor del alcance que pueden tener las notas de una melodía y las letras de una canción, se convierte en uno de los hitos de la banda sonora contra el apartheid en Sudáfrica, además de uno de los referentes principales de la música de los 70 en el país. 

Syriza, como el resto de los planteamientos de la izquierda original, también vagaba. Al igual que varias formaciones de izquierdas en algunas de las potencias europeas, obteniendo representaciones residuales (4% en las elecciones de 2009) o muy por debajo de la línea conservadora. El conservadurismo de la mano de perfiles como Aznar, Sarkozy, Berlusconi o Merkel ha imperado en Europa durante gran parte de la primera década del siglo XXI en Europa. La posibilidad de ver al partido liderado por Tsipras gobernando en Grecia, y en el supuesto de que cumpla parte o su programa íntegro, supone un punto de rotura con la tradición política de los últimos años

Alexis Tsipras en un mítin de Syriza (adabasini.com)
Las de Rodríguez y Tsipras son dos voces que inquietan. Ofrecen una novedad que al principio puede parecer misteriosa pero que poco a poco se descubre para mostrar otra visión de la realidad que no menoscaba en nada. Tan sólo existe una diferencia: que Sixto Rodríguez puede permitirse despertar el recuerdo de sus letras, ya maduradas, en tierra sudafricana, tal y como lo compila Searching for sugarman. Syriza, en cambio no tiene victoria alguna a recordar, sino una tendencia a la alza del crecimiento de sus votantes que la ha traído hasta las puertas de liderar el Consejo de los Helenos. Si finalmente la jornada del domingo se ciñe a las predicciones establecidas por los sondeos electorales y Syriza vence, la coalición griega tendrá en sus manos el difícil, y no menos importante, proyecto de conseguir impulsar un modelo político basado en la raíz de la ideología izquierdista. La reconquista del concepto de la izquierda en Europa y, como cantaría Sixto Rodríguez, una demostración de que verdaderamente existe una alternativa al tradicional 'blues del establishment'. Todo ello, claro, siempre y cuando la retórica y el vigor de campaña electoral respeten el programa político y su puesta en funcionamiento,

jueves, 15 de enero de 2015

En casa del herrero, cuchara de palo

Los atentados de la revista Charlie Hebdo y del supermercado judío en Francia reabren el debate entorno a la libertad de expresión y dónde se encuentran, si es que debe haberlos, sus límites. Muchas de las potencias de occidente han visto cómo la ciudadanía ocupaba las calles para manifestarse en contra de la violencia, o también para reivindicar un espíritu islamófobo que viene creciendo desde principios de siglo, cuando se atentó contra las torres gemelas.

Cabeza de la manifestación contra el terrorismo de París (lavanguardia.com)
Una de las imágenes que concentra un carácter más histórico es la de la cabecera de la millonaria marcha en París, con algunos de los líderes de las potencias occidentales. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también asistió a la manifestación poco después de condenar públicamente los hechos acontecidos. Mientras tanto, en España el humorista Facu Díaz era imputado por la Audiencia Nacional, por causa de un 'sketch', emitido en 'LaTuerka', en el que comparaba al Partido Popular con ETA, y que había denunciado la organización Dignidad y Justicia por "humillación a las víctimas del terrorismo". 

La noticia cogió, rápidamente, mucho eco en las redes sociales y algunos perfiles de medios de comunicación, como eldiario.es o Público, y también profesionales del mundo del periodismo, como Ana Pastor y Jordi Évole, denunciaron "un ataque contra la libertad de expresión", con el lema 'Todos somos facu'. También la prensa internacional ha destacado la noticia del humorista y medio como la 'BBC' se han puesto en contacto con él para hacer un reportaje.

Mariano Rajoy a la cabeza de la manifestación en París, junto con el resto de sus homólogos. Se condena toda violencia y restricción emprendidas contra la libertad de expresión, y se hace alarde de que "la libertad es más fuerte que la barbarie", tal como dice el presidente francés, François Hollande. Mietras tanto en España se vuelven a discutir los límites de la libertad de expresión, en el marco de un 'sketch' sin ninguna violencia física como la que se ha había visto días antes en París. Y en Reino Unido, pocos días después, el primer ministro, David Cameron, abre la puerta a una restricción taxativa de 'WhatsApp' para garantizar "un lugar seguro donde comunicarse". Ante estas imágenes puede pensarse que el sistema occidental de libertades es muy sencillo de tumbar.




viernes, 9 de enero de 2015

¿Cómo no vamos a condenar la inquisición?

Desde La letra pequeña manifiesto mi más sentido pésame para todos los familiares y personas cercanas a las víctimas del atentado terrorista que tuvo lugar el miércoles 7 de enero de 2015 contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Ha sido un acto de violencia injustificable cuyo único objetivo era restringir la libertad de expresión a través del miedo. ¿Cómo puede relacionarse algo así con una creencia religiosa? Para mí el múltiple asesinato cometido en la sede de Charlie Hebdo no tiene nada que ver con la religión, sino que veo clarísimamente que se trata de una consecuencia directa por el fuerte odio que ostentaban los autores y el deseo de crear sumisión a través del terror. 

Si una portada de una revista satírica acaba así, no es porque se cause una ofensa hacia la fe que se profesa, sino porque existe una voluntad de dominio por parte de un colectivo concreto. No me refiero a la comunidad musulmana francesa, ni al islamismo en el resto del mundo. Tampoco me refiero al cristianismo, ni al budismo, ni al judaísmo, ni al hinduísmo, ni a ninguna otra religión. Considero que ninguna creencia auténtica puede desembocar en una barbarie como la que hemos podido contemplar en estos días; básicamente porque es algo contrario a ellas mismas. Las imágenes que hemos visto se corresponden a la etiqueta del odio que no busca reconciliación sino únicamente una vía de escape. Son el vivo retrato de la violencia en su más básica manifestación; imponerse por la fuerza sobre todo lo diferente

Por lo tanto, veo bastante desencajada la discusión que se ha establecido entorno al islam en las últimas horas. Especialmente en las redes sociales. Por ejemplo en twitter, donde el hashtag más utilizado en España durante el día del atentado y parte del siguiente fue #stopislam. ¿Qué sentido tiene volcar la justicia que todos deseamos contra una comunidad tan heterogénea y diversa como es la musulmana? Es como relacionarnos al cristianismo y sus seguidores con la inquisición que comandaba Tomás de Torquemada. Por ello se debe demandar prudencia en las tantísimas publicaciones y comentarios que circulan por la red en estos días, no sea que el peso de la justicia que demandamos recaiga sobre nosotros mismos en forma de injusticia, o bien haciéndoles un bonito regalo pre-electoral a los LePen i Plataforma per Catalunya de turno.

Además de la restricción que se le ha intentado imponer a la libertad de expresión una vez más (no nos engañemos, cada día se restringe desde las élites y éstas procuran hacerla bailar a su antojo de aquí para allá), me preocupa la conciencia de la violencia que existe tanto en los medios como en las redes sociales. Más bien la poca conciencia, diría yo, y siempre enfocada hacia el "yo", o como mucho el "nosotros". ¿Dónde está la niña o el niño que muere cada pocos segundos a causa del hambre y la desatención sanitaria? ¿Y dónde están los refugiados sirios, pendientes de una guerra que en 2014 alcanzó su mayor registro de muertes? También son actos criminales de un sistema que nos arrastra a la violencia como única vía de relación. Todos ellos son actos terroristas que se perpetran cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, con absoluta impunidad.

miércoles, 7 de enero de 2015

El mundo piensa con un espejo en la mano derecha

Recuerdo cuando las personas mayores que tú se relamían de cualquier anécdota o 'historieta' que hubiesen vivido en sus 'años dulces' de juventud. Parece que todavía puedo detenerme a observar el minucioso rito con el que encandilaban a su oyente (o lo atrapaban a la fuerza, sin importarles su grado de voluntariedad para oírles), y lo llevaban hacia un mundo extraño; un imaginario fascinante y desconocido, de caudillos y viejos imperios opresores; de valientes obreros que luchaban contra los numerosos toques de queda y de mineros que fortificaban sus minas como grandes reinos de piedra y roca infranqueables; de valerosas mujeres que se deshacían de los harapos del convencionalismo machista y atestiguaban en favor de una sociedad más justa y equitativa para todas las personas; un planeta donde las fronteras de la guerra se delimitaban por muros secuelas del odio de las guerras pasadas, y donde unos cuantos tiranos batallaban constantemente por continuar gobernando a las masas, independientemente de que éstas lo quisieran o no.  Días de memoria.
Manifestación en Cornellà, fecha de los años 70 (elperiodico.com)
Ahora es el día de las hijos y los hijas de aquellas generaciones que nos parecían de película o de cuento para conciliar el buen sueño. Ahora es nuestro momento, de volvernos hacia ellos y agradecerles toda su lucha. Por descontado, nos ha servido a todos y a todas de guía en el camino hacia una verdadera equidad en el sentido del bienestar común, y también para una mayor tendencia de cara a la lucha por los derechos sociales. Pero también deberíamos explicarles el mundo que nos ha estado esperando a nosotros, y que ahora padecemos; un mundo que premia a los que reparten mortajas, en lugar de pan; que niega a los culpables de su época el deber de ser examinados y juzgados por la justicia; que no se corresponde en nada al sueño de la libertad que les vendieron y con el que nosotros crecimos; un planeta en el que los villanos pueden construirse palacios que suman el mismo valor que toda una ciudad, o un estado puede darse el gusto de prohibir la libre comunicación y circulación de informaciones.

Este es el nuevo mundo; nuestro nuevo mundo. El sentido de todo lo que ocurre no tendría lugar sin el amplio abanico de movimientos reivindicatorios que se concentran alrededor de este 'mundo' para clamar justicia. Al igual que nuestros mayores han hecho con nosotros, no dentro de  mucho tiempo tendremos que explicar a las futuras generaciones qué fue lo que sucedía para que diversos grupos de personas se movilizasen dentro de los hospitales; será nuestro deber narrar la abnegación que el Gobierno hizo de su tratamiento médico, en favor de sus propios intereses y lucros.Y entonces podríamos marcar un trazo en la tierra que siguiese con el camino a la justicia y un estado real de bienestar para todas las personas del mundo, sin excepción. Una vez escribí algo que he vuelto a leer y ha suscitado un importante peso en cuanto a mí deber con el futuro: "El corazón que calla en mitad de esta jauría y la mente que se acostumbra a viajar en esta corriente de sucias y pobres ideas, crean un alma comodona y pusilánime que vive sin importarle nada, no lucha ni denuncia la injusticia y tampoco es capaz de romper los grilletes que se le han impuesto". 
Manifestantes encerrados en el Hospital Trueta de Girona (eldiario.es)
¿Cómo podremos justificar ante nuestras generaciones descendientes que el capitalismo, el neoliberalismo, la ineptitud de la clase política que nos gobierna para combatir a éstos, la corrupción, la violencia y el miedo (a la guerra, a caer en la pobreza, al retorno de los totalitarismos,etc.) consiguieron sobrepasar nuestros esfuerzos y sacrificios, nuestra voluntad de combatirlos, y reafirmar un mundo que piensa mirándose a sí mismo en el espejo que sostiene con la mano derecha? Eso, amigas y amigos, es injustificable. Nunca podremos explicar por qué no estábamos en aquella manifestación; por qué entre nuestros recuerdos no se cuenta la movilización del día "x"; por qué no estábamos allí, en la calle, reclamando lo que es nuestro e innegociable; lo que es de todos.


martes, 30 de diciembre de 2014

2014: una mirada analítica a las malas gestiones gubernamentales y el sistema violento que las dirige

Lejos de cualquier simpatía a esas largas y emotivas compilaciones de hechos que han marcado el año que se va a dejar, permitidme retomar el contacto con La letra pequeña, prácticamente un mes y medio después de la última entrada, para dedicar algunas reflexiones sobre el 2014 que puedan ayudarnos a generar una transición de cambio de cara al 2015. Si hablo de cambio es porque estoy más que convencido de que el año que va a morir nos deja una enorme necesidad de ello

'Rebeldes' en la guerra siria. Foto galardonada en el WorldPress Photo 2014 (G.Tomasevic)
El 2013, que cesó con 51,2 millones de personas desplazadas por causa de los diferentes tipos de violencia en el mundo (la mayor cifra registrada desde que se realizan estadísticas de este tipo y la primera vez que se sobrepasó el límite de los 50 millones de refugiados después de la Segunda Guerra Mundial), permitía presagiar un nuevo ciclo complicado. Comienzo con este dato porque, más allá del impacto a nivel subjetivo que me causó, considero que es básico para entender qué es lo que está ocurriendo en el mundo y en nuestro sector de la sociedad más cercano: el sometimiento de toda la población bajo el juego cruel y maquiavélico que se de entre las correlaciones de intereses de las élites económicas y políticas. Esos intereses, y los esfuerzos constantes de aquellos pocos que en detrimento de la gran mayoría intentan preservarlos, son las causantes de la violencia en sus diversas formas (guerras, envejecimiento prematuro de la Tierra, crisis socioeconómicas, etc.).

España y Cataluña, Cataluña y España, han servido de perfecto tablero para este juego en 2014. Los inacabables y sucesivos casos de corrupción no son más que una consecuencia de ese entramado de intereses mutuos que han relacionado a los gobernantes con las grandes transnacionales. Una realidad que, aunque muy dolorosa e indignante, es superficial y oculta tras de sí una larga lista de nombres de particulares y entidades que permanecen vetados al conocimiento público. Este año hemos podido observar evidencias de todos los 'colores y tamaños' que muestran esta íntima relación que liga a la política con las altas alcurnias del negocio mundial. Tanto casos de rescate público de una empresa privada que han pasado con más disimulo ante la mirada de una ciudadanía asfixiada y agonizante, hasta milmillonarias indemnizaciones del Gobierno a grandes corporaciones que atentan directamente contra el medioambiente, poniendo en riesgo incluso a los habitantes más próximos a su actividad.

¿Acaso no se trata de formas de violencia? Distintas, sí, pero todas ellas violencia. 2014 también nos ha servido para avanzar un paso más en la fortificación de la cultura de guerra que impera en el mundo, gracias a la comercialización de los drones asesinos. A esto de le debe sumar el incombustible régimen de compra-venta de armas que mantienen los países del denominado 'primer mundo' (España gasta 52 millones de euros al día en armas y el mundo 1,7 billones de dólares al año) y que son las mismas que después nos muestran los telediarios cuando emiten imágenes de alguna guerra en un recóndito perdido por África, América Latina, Asia u Oriente Próximo. 

Víctimas del 'narco' en México. Foto premiada en el WorldPress Photo 2014 (C.Vanegas)

Las políticas sociales y la promoción de una cultura de cooperativismo y respeto por la tierra entre todos han sido sepultadas a golpe de decreto ley y de partidas rídículas que no sólo no logran paliar las necesidades de los sectores más desfavorecidos de la sociedad, sino que los agraban más. Y esto además de considerar injustificable la actitud caritativa que ha tomado el Gobierno en sus más de tres años de mandato, para que la ciudadanía sienta dependencia de la administración, en lugar de fomentar una solidaridad equitativa que acabe con las diferentes capas sociales y nos coloque a todos en un mismo nivel y con el único objetivo de construir un país en benficio de todas las personas. Por ejemplo, a través de la eliminación de las ventajas fiscales para las grandes fortunas, aboliendo también la predisposición a atender las demandas de las empresas antes que el resto, y eliminando la desmesurada burocracia que se interpone en la relación de un votante con su votado. 

Existen soluciones. Algunas de ellas a nuestro alcance. Y creo que son por las que debemos comenzar, puesto que considero imposible un cambio a nivel de Administración si antes no se ha tomado una clara conciencia de ello en la sociedad. Debemos tomar la batuta de ese cambio tan necesario y no despreciar ni una sola opción de presentar nuestro esfuerzo para ello. Y, sobretodo, ser conscientes de que no podemos seguir dejando los años atrás mientras vemos cómo otros muchos seres, iguales a nosotros en dignidad y valía, mueren porque no nos atrevimos a reclamar lo que es de todos; porque nos acostumbramos a depender y subsistir con esa pésima gestión que hace el Estado de nuestros recursos; porque no recordamos a esas personas que permanecían en la calle sin poder distinguir 2014 de 2015. La solución a los problemas que se ciernen sobre nosotros y el cambio del sistema que los mantiene somos, únicamente, nosotros unidos.


jueves, 13 de noviembre de 2014

El día después

El 9-N nos ha dejado, además de 2,3 millones de votos, más del 80% de los cuales apela por la independencia absoluta de Cataluña en todos los sentidos, imágenes emotivas y no tan emotivas, abrazos efusivos y pasionales, e imbecilidades de imbéciles que no son capaces de abrir un poco la perspectiva de sus limitados puntos de vista y tolerar la democracia. Pero pasada la fecha,hecho ya el recuento (a falta de los votos que se realicen en los quince días de prórroga dados para aquellos que no pudimos votar, entre el 10 y el 25 de noviembre), y descartada también las denuncias presentadas por Rosa Díez y Plataforma per Catalunya, es imprescindible analizar la situación que queda de todo este proceso que ha monopolizado la voz de la prensa y gran parte de la opinión pública durante los últimos cuatro años (desde que en 2010 se recortase de forma virulenta el 'Estatut d'Autonomia').

La consulta abre el análisis de diversas líneas para una mayor participación  (elmundo.es)
El Gobierno español, pese a que sigue enrocado en esa negativa de la que todavía no ha explicado ni un sólo motivo, debe ser consecuente (al menos por una sola vez) y enfrentar un conflicto. Las estadísticas no son nada positivas, puesto que desde que Rajoy llegó al Gobierno en 2011, la ejecutiva nacional no sólo no ha intentado buscar vías de solución para los problemas sociales, sino que los ha agravado a base de la publicación de leyes como la 'ley mordaza' (ley de seguridad ciudadana), entre otras muchas. Otro ejemplo de negativa sin explicación es la demanda de referéndum en Canarias para consultar a la ciudadanía su opinión sobre la realización de prospecciones petrolíferas en el litoral del archipiélago. Una consulta tan necesaria, decisiva y refrenada como la catalana.

Por otro lado Cataluña tiene la pelota en su tejado, de demostrar que esta consulta parte con un verdadero objetivo de cambio político que acabe con la hegemonía de la derecha antisocial autóctona, esto es Convergència i Unió. En una charla, el subdirector de El País, 'Quico' Valls, aseguraba que CiU ha monopolizado el proceso del 9-N y que, por lo tanto, debe haber un cambio político en Cataluña antes de seguir adelante con la independencia, con el fin de garantizar un estado mejor. Si bien no le falta razón, esta opción es discutible puesto que el proceso de cambio de la 'casta' (término que PODEMOS ha puesto muy de moda) política puede realizarse en paralelo a un proceso de autodeterminación de la ciudadanía catalana a través de votaciones.

Los partido deben redefinirse rápido tras el 9-N(cat.elpais.com)
El 'Govern' de Artur Mas debe responder a todas esas cuestiones que siguen abiertas y la ciudadanía no debe olvidar, como si seguirá con esas políticas sociales tan restrictivas y perjudiciales o qué pasará con el tema del expolio fiscal entre España-Cataluña (si se continuarán pagando las autopistas, si se devolverá la recaudación íntegra del céntimo sanitario, si se devolverá también la cantidad total del euro por receta, etc.). Además se plantean nuevas cuestiones sobre las que prácticamente no ha habido pronunciamiento, como por ejemplo el ejército. La industria militar, que supone un gasto de 3 billones de dólares cada año, es un gigante que se ha comido a todos los estados y nadie queda libre de su influencia y presión. España, por ejemplo, gasta 52 millones de euros al día en armas.Cuestiones como la posición que " l'Estat Català" tomaría ante situaciones de este tipo deberían estar ya resueltas.

Por último está la convocatoria de elecciones plebiscitarias como alternativa al diálogo con Rajoy, aunque Mas muestra una preferencia inicial por la segunda opción. Pese a ello, CiU no puede obviar la presión de ERC y ahora comienzan a barajarse las posibilidades de establecer una lista unitaria a tres bandas (CiU,ERC y ACN-Òmnium) para poder poner en marcha un proceso constituyente que parta de una nueva votación ciudadana. Aunque todo lo que se diga por ahora no es más que paja, tal como ha dejado ver la prensa en general con el 9-N.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Quiero butano

Hoy es 8 de noviembre de 2014. Mañana, si amanece, será día 9. El día en que la mayoría del parlamento catalán nos ha llamado a los ciudadanos a manifestar nuestro punto de vista sobre cuestiones como el federalismo, la independencia o la perseverancia en el estado actual de comunidad autónoma. El referéndum, catalogado por muchos como la fiesta de la democracia, es la herramienta escogida para ello. Pese a los varios intentos del Gobierno del Partido Popular y del Tribunal Constitucional de frenar la votación, la Generalitat ha mantenido el propósito de sacar las urnas a la calle mañana. 

La participación ciudadana es y debería ser incuestionable (lavanguardia.com
Con este tipo de informaciones hemos llegado al día tan esperado por la curiosidad de todos, tanto opositores como partidarios. Mucho se ha teorizado al respecto. Dudo que las columnas de los periódicos puedan ofrecer algo nuevo ya. También muchas de las portadas de la librerías se han enfundado la 'senyera' para divagar y dar rienda suelta a las ideas sobre el "sí", el "no", las certezas, las incertidumbres y ese imaginario nacional-patriótico alrededor del cual se han construido montones de teorías favorables y contrarias. Muchos periodistas han cambiado su rigor y su criterio por una bola de cristal siniestra y autoritaria que no ha aceptado ningún atisbo de escepticismo. Pero ahora todo ello comienza a derrumbarse.

Porque hemos deformado la democracia. Nosotros por comodidad, nuestros dirigentes por conveniencia personal y sospecho que cierta maldad, hemos convertido la democracia en un sistema limitado a un voto cada cuatro años que no exige ninguna responsabilidad a los sujetos de votación durante ese periodo. La propuesta de mañana supone una brecha, dentro de las paredes del sistema, claro. Pero una brecha. La relevancia del referéndum no recae sencillamente en el destino de una nación. Cataluña, como tal, ya ha atravesado episodios como este a lo largo de su historia. En ocasiones ha salido mejor parada que en otras, pero sufrir la negativa a su carácter más autosuficiente no es nuevo. Lo que la ciudadanía catalana entrega a la historia en el día de mañana es el bonito arte de decidir por sí misma, más allá de una lucha entre élites políticas que nunca acabaría. 

Por lo tanto es importante tener presente el sentido, el auténtico significado de lo que se aplicará  mañana, si amanece y la justicia no es interrumpida una vez más en sus labores. La participación en el día de mañana supone, además, otro bonito arte, como es el de desobedecer al poder y a sus leyes cuando estas, como decía Gandhi, son injustas. Y manifestar, ya sea a través de una voluntad de independencia o bien a través del deseo de respetar el medio ambiente (como hemos visto con las prospecciones petrolíferas en Canarias, que también han sufrido la injusticia de la falsa legalidad del Gobierno de Madrid), las voluntades, deseos, opiniones o creencias de la sociedad. Recordando siempre que la ciudadanía somos el 'demos', es decir el pueblo propietario del "krátos", el poder, y eso es algo innegociable, incuestionable y, por supuesto innegable. Así pues, exijo al Gobierno español que deje realizar los referéndum y que enriquezca su cultura de participación ciudadano proponiendo nuevas consultas sobre temas que son tan necesarios para el país, como por ejemplo si debe haber monarquía o no, si debe haber ejército o no, y si debemos cambiar el sistema de votación o no.