jueves, 21 de febrero de 2013

El último discurso de Mariano Rajoy

El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, se ha pronunciado de nuevo ante el parlamento durante la sesión de debate sobre el estado de la nación, realizada ayer, miércoles 20 de Febrero, en el Congreso de los Diputados.

En su discurso, Rajoy ha tratado un amplio abanico de puntos, entre los cuales cabe destacar con más ímpetu el de la corrupción. El presidente ha afirmado que le "repugna que en España surjan casos de corrupción" pero al mismo tiempo ha abalado la actuación que están llevando a cabo las administraciones públicas para combatir este problema. 

También ha querido puntualizar las medidas que el gobierno ha tomado hasta la fecha, como la Ley de Transparencia, la Ley de Financiación de Partidos políticos, que establece límites para las donaciones a partidos, o la reforma del Código Penal, que según Rajoy, "incrementa la sanción a los gestores públicos y recupera la responsabilidad penal de los partidos".

Además de esto, Mariano Rajoy, ha propuesto nuevas medidas para abordar el tema de la corrupción ante el resto de parlamentarios. Las prpuestas del presidente del gobierno pueden fijarse en tres puntos básicos: una nueva aplicación de la Ley de Transparencia a los partidos políticos, a las organizaciones empresariales y sindicales y "a todas aquellas entidades que se financien a través de fondos públicos". También la creación de una nueva Ley Orgánica de control de la actividad económica y financiera de los partidos y que, por consecuencia, reforzará el papel del Tribunal de Cuentas y le atorgará más instrumentos para combatir el problema de la corrupción y ampliar su control sobre los partidos políticos. 

En estos tres párrafos puede resumirse el punto sobre la corrupción en el discurso de Raoy. A primera instancia parece que el Gobierno haya actuado firmemente contra la corrupción. También parece que no haya habido ningún escándalo de corrupción en el que se vea implicada su cúpula. Resulta todo bastante creíble. Pero si analizamos más a fondo la situación y nos detenemos en el verano del pasado año 2012 encontramos la famosa Ley de Amnistia Fiscal. Una ley por la cual los evasores de impuestos pueden, en caso de acogerse a ella,  declarar únicamente un 10% de sus ejercicios y quedar completamente "en paz" con la justicia. Tal cómo dice el diario El País, "según la nueva interpretación de la Dirección General de Tributos, en lugar de gravar todos los capitales aflorados, se conformará con que tribute al 10% la parte generada en los ejercicios no prescrito".

Si partimos de la base de esta ley, ¿que confianza podemos depositar en las leyes de Transaprencia, Financiación de Partidos políticos, o en el endurecimiento del Código Penal? Es como si nos cortásemos un brazo y luego dijésemos que tenemos tiritas.

No soy el primero en sospechar de la aparición de la Ley de Amnistia Fiscal. Esta ley ha traído y continua trayendo mucha política. Sus disposiciones son un claro indulto para los corruptos y los malversadores de fondos públicos o privados. En el análisis sobre el discurso de ayer del presidente Rajoy creo que se bería rememorar el día en que el ministro de Hcienda, Cristóbal Montoro, propuso esta ley, que en un gobierno mayoritaria no tardó en ser aprobada claro. 
 
A partir de este punto podremos escuchar con oídos diferentes las palabras del presidente sobre si las instituciones están luchando correctamente contra la corrupción, si le "repugna" que en España aparezcan casos de esta índole o si el gobierno ha impulsado una serie de leyes y acciones en su primer año de mandato para combatirla.


Creo que hacer públicas estas declaraciones con la ley de Amnistia Fiscal de marco de fondo y el caso Bárcenas de telón, sobrepasa los límites de la mentira habitual a la que nos hemos acostumbrado. Es un ataque directo a la salud pública del estado. Una cruel carcajada ante una ciudadanía que está padeciendo las disposiciones que se dictan desde las sillas del parlamento. Pero, como se ha hablado esta mañana en el programa "Hoy por hoy" de Cadena Ser, "este debate no nos dará de comer mañana". Supongo que mientras tanto deberemos seguir aguantando las peinetas de nuestros mandatarios, como la de Bárcenas en volver de sus vacaciones en Canadá.

1 comentario:

  1. Pantomima. Ése es el resumen de las acciones de los políticos que tienen a su cargo la marcha del país. Ellos no centran su mirada en cómo están viviendo una gran parte de los españoles, sino en salir victoriosos de un debate. De mentir sobre las mentiras con total impunidad y pensar que pueden manipular nuestra voluntad a su antojo. De contentar a los mercados, a los bancos alemanes, a los inversores, y similares. En dejar su prestigio ante los "gordos" intacto para que, una vez se jubilen, puedan encontrar el puesto de trabajo que más les llene el bolsillo. Náusea.

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