jueves, 8 de agosto de 2013

Entre castillos en el aire y pies sentados

Las fronteras. Esas cosas tan y tan abstractas por las que se ha derramado tanta sangre a cambio del poder, la riqueza y el control que su dominio otorga. Resulta complicado entender cómo estas líneas invisibles son capaces de afectar tanto en el desarrollo de la humanidad. A lo largo de los siglos han sido motivo de guerras, disputas, genocidios y, por lo general, una larga lista de actividades completamente 'antisociales'. Parece que hoy en día ya están establecidas y fijadas con sellos oficiales y candados inoxidables, pero no es cierto. Hoy sigue habiendo disputa por las fronteras, y siguen trazándose de un lado hacia otro, invisibles pero plausibles. 
El debate de Gibraltar 'continua abierto' (expansion.com)

La definición que da la Real Academia de la Lengua Española, entre otras opciones, es la de 'confín de un estado'. Es cierto que históricamente ese es el valor que se le ha dado a las fronteras; el de la separación y delimitación de territorios y estados. A través de estas líneas invisibles podía y puede encontrarse el indulto , el asilo y la protección , el infierno o el paraíso, etc. Una larga lista de diferencias separadas por algo invisible, irreal. 

Casos como el de Snowden y el mil veces reabierto debate sobre Gibraltar continúan mostrando el poder y el valor de los fronteras. Un poder que no viene de por sí, sino que procede de todo lo que las fronteras pueden proporcionar a quienes las poseen. Por eso la globalización no existe, realmente. Es un nombre, una marca. Pero en su sentido original nunca se ha llevado a la práctica. Porque las fronteras son intereses, y detrás de todo interés hay siempre un interesado.

Las fronteras de Siria parecen cerradas a la ayuda exterior (periodistadigital.com)
Si Siria hubiese tenido petróleo u otras riquezas interesantes para los países en cabeza, las fronteras del país sí hubiesen podido ser penetrables y accesibles. Pero como no hay nada, parece que toda la sangre que se derrame vaya a quedar entre esas líneas imaginarias que delimitan la geografía siria.  Este es uno de los casos en los que sí pueden respetarse las fronteras. En cambio, no todos corren esa misma suerte.

En cualquier caso las fronteras siguen atrincherando vidas como animales en un matadero, o siendocausantes de los estallidos de muchas guerras. Las líneas invisibles que pretenden dividir el mundo en pedacitos son una de las mayores falacias jamás inventadas. La realidad es que Gibraltar continua estando dentro del territorio ibérico; que Edward Snowden continua durmiendo bajo el mismo cielo que Obama; que en Siria continua la guerra.

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