El
otro día la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal,
hizo unas declaraciones que, al menos en mí, despiertan un gran estupor. En una
entrevista que aparece en 20minutos.tv,
y cuyo enlace adjuntaré a continuación, Cospedal afirmaba, y cito textualmente:
“hay políticos que realizan su actividad con mucho esfuerzo y lo hacen por un
salario normal…La inmensa mayoría de la clase política no se merece no se
merece que la demonicen como está ocurriendo hoy en día.”
Estas
fueron las dos afirmaciones que más me llamaron la atención del fragmento de la
entrevista que pude ver. La señora Cospedal opina y se atreve a hacer público
el hecho de que hay muchos políticos que invierten una gran parte de su tiempo
en su labor, restando tiempo de otras actividades como, por ejemplo, las
familiares, y lo hacen por un salario “normal”. Francamente, desde aquí debo
exigirle a la secretaria general del PP que me indique quienes son esas
personalidades porque los sueldos que conocemos de políticos, desde diputados
hasta presientes de autonomías o del gobierno, no son normales. O, quizás, la
señora Cospedal considere normal la cantidad de 57.547,42€ que cobra el alcalde
de la localidad de Benavente, en Zamora. Puede que también sea normal que el
alcalde de Fresnedillas de la Oliva, Madrid, con menos de 5.000 habitantes,
tenga un salario anual de 41.496€. Y puede, también, que la señora Cospedal
considere normales los sueldos de 144.030,12€ y 101.987€ que pertenecen,
respectivamente, al presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, y a
la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, llegando ambos a cobrar más que el
presidente del gobierno.

Por
eso, creo que la señora Cospedal no tiene derecho alguno a afirmar que los
salarios de la clase política, en general, son normales porque, siendo francos,
está cometiendo una grave hipocresía, puestas estas cifras sobre la mesa.
Incluso aunque a ella verdaderamente le pareciese normal le pediría un poquito
más de consideración con la población mileurista, en su mayoría o incluso ni
eso, que está gobernando ella y su partido.
La
nueva ley de Transparencia saca a la luz los sueldos de los cargos públicos. Esto
no es más que un intento de tratar de quedar bien con el pueblo. No pensemos
que son buenos porque nos están mostrando algo tan “íntimo” como sus salarios.
Pensemos en esos salarios. Claro está, no desde el punto de vista tan típico
“¡oh! si ese dinero estuviese en mis manos”. Sino desde la idea de que la
solución a la crisis no comienza por los recortes y los aumentos que estamos
sufriendo, sino por el desvío de la mitad o más de muchos de esos salarios a
las arcas públicas.
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Ahí
está la clave de lo falaces que resultan las declaraciones de la secretaria
general del Partido Popular. En conclusión, una mentira más que añadir a esta
incansable montaña.
*Las
cifras salariales han sido extraídas de la siguiente página web: http://www.sueldospublicos.com/
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