lunes, 23 de julio de 2012

¿Dónde queda la Eurocopa?

Próximo a un mes es el periodo de tiempo que ha transcurrido desde la conquista española de la competición de la Eurocopa 2012 , celebrada en Polonia y Ucrania ¿Ha cambiado algo en nuestro país? Sí. Negar que nada ha cambiado sería una incoherencia porque el valor histórico que esta “hazaña” conlleva es, sin lugar a dudas, el de la estampa de un capítulo inédito en el libro de la historia de un deporte tan ilustre como es el fútbol. Pero también resultaría otra incoherencia quedarnos únicamente con este aspecto y no ver el resto de hechos que están relacionados con este logro.
En el diario deportivo As leía la felicitación personal del rey Juan Carlos a todos los integrantes de esta mítica selección: “Nos habéis dado una alegría”. No es necesario entrar en el término de si todos los españoles han recibido esta “alegría” de la misma forma. Tan solo desearía plantear la siguiente pregunta al rey respecto a esta afirmación: ¿Y ya está? Yo soy partidario de que una vida sin felicidad ni alegrías es una vida estéril y frívola. No tiene ninguna esencia. Pero en unas circunstancias tan crudas y arduas como las que está pasando en estos momentos el país (y lleva ya unos tres años pasando) ¿ya está? ¿Eso es todo? Al parecer ahora vivimos con las alegrías de un equipo de fútbol que golea a otros. Ya no existe ninguna crisis. Un par de semanas antes de que Casillas alzase el plateado trofeo llegábamos a la escandalosa cifra de 575 puntos básicos en la prima de riesgo. La situación no ha mejorado mucho. Puede que un día bajemos de los 500 puntos básicos pero al día siguiente se vuelve a disparara. El bono roza, si no lo ha alcanzado ya, el 7% de interés. Aquella alegría de la que hablaba el rey pareció esfumarse a la mañana del siguiente día.

Es indignante y doloroso el hecho de saber que un país, tu país, se está hundiendo, y que aún así traten de hacerte ver que son pequeñeces, sin mayor importancia de la que nosotros les damos, que pueden solucionarse con la consecución de un título futbolístico. Al señor rey parecen habérsele acabado las palabras alentadoras desde entonces. Mientras tanto, nosotros aquí seguimos. Y no en la misma situación, sino peor. Ahora planean y ,al mismo tiempo, aprueban subir el IVA de los productos básicos (agua, alimentación, transporte, etc.) para tratar de solventar una crisis que “es de todos” y por la cual todos debemos hacer “sacrificios. Lo siento pero no puedo evitar una mueca de risa en mi rostro cuando escribo la palabra “todos”.
Es curioso que ahora nos pidan cuentas de una crisis que nosotros no creamos ni agravamos hasta el punto al que ha llegado. Es curioso que nos hagan esta demanda pública después de haber gastado 1.000.000 €  en la fiesta de la selección española a su regreso de la épica hazaña lograda en el este europeo. Lo único que se me ocurre pensar es que ese día se paralizaron los mercados y la crisis tan solo fue un vago espejismo. Y es, todavía más curioso que hagan este llamamiento a la “colaboración” después de haber repartido 300.000 € a cada profesional que viajó a esta competición. Estos profesionales que tienen unos sólidos contratos con sus respectivos clubes e ingresan unos salarios anuales que no son precisamente “moco de pavo”.  Yo, sinceramente, no soy capaz de encontrar un explicación lógica para todo esto. Puede que deba llegarme a plantear que mi mente está falta de cierta apertura. Puede que nunca logre llegar a acostumbrarme a esta sociedad de “pan y circo”. Quizás por ello,  pueda generarse una cierta visión de “aguafiestismo” hacia mi persona. Pero también sueño, y con esto vuelvo a decir que puede, con que algún día todas estas frases y letras pasen a la acción.

Pero tranquilos señores, siempre estarán los mileuristas para pagar todo este derroche de vanidad y falta de equidad. Y cuando ya no haya mileuristas, ocuparán sus puestos los medio mileuristas. Y cuando estos tampoco existan serán los centeneuristas los que carguen en sus espaldas todo este despilfarro. Nunca faltarán en este mundo, mientras exista, unas manos que roben y otras a las que robar.

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo. En España por triste que parezca "tenemos lo que nos merecemos"

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